La historiadora Miriam Saqqa publica la primera investigación que aborda el operativo puesto en marcha por el franquismo para dignificar a sus víctimas, un proceso que “construyó una narrativa política e ideológica” para justificar la represión.
Que durante la Guerra Civil hubo víctimas mortales tanto de los sublevados como de los republicanos es un hecho irrefutable. Sin embargo, no todas siguieron después el mismo camino. Unas, ensalzadas como mártires de la contienda, fueron honradas en todos los rincones del país durante 40 años y sus cuerpos fueron buscados y dignificados desde el principio. Las otras, sin embargo, víctimas consideradas enemigas de la Nueva España, fueron relegadas al ostracismo y al silencio y sus huesos aún hoy se buscan en cunetas.