ANTE EL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
EUROPA LAICA PIDE AL GOBIERNO DE ESPAÑA:
- UNA FIRME CONDENA DEL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
- UN CLARO POSICIONAMIENTO INTERNACIONAL EN DEFENSA DE UN ESTADO LAICO Y DEMOCRÁTICO
En Europa Laica estamos asistiendo con suma preocupación, dolor e indignación los graves acontecimientos que están sucediendo en Bolivia. Después del exilio forzado del presidente Evo Morales, la senadora Jeanine Añez se autoproclamó presidenta de Bolivia en un Parlamento sin quórum, y entró al Palacio Quemado levantando un gran ejemplar de “LOS CUATRO EVANGELIOS”. En declaraciones posteriores, arremetió contra el laicismo, que en su opinión fue “una impostura del Movimiento al Socialismo” (el partido de Morales), mientras que “el 80 % de los bolivianos somos personas de fe”.
Toda la coalición golpista viene haciendo gala de similar fanatismo religioso excluyente. El día de la renuncia del ex presidente Morales, el empresario Luis Fernando Camacho, referente del golpe, ingresó en la casa de gobierno con una Biblia en la mano, y todo su discurso (gritos, llantos…) y su gestualidad (genuflexiones, uso de rosarios, de imágenes de la Virgen…) está plagado de referencias cristianas –católicas y evangélicas– excluyentes. Especialmente preocupante es ver a miembros de las Fuerzas Armadas utilizando el mismo tipo de pseudoargumentos para apoyar el golpe y los propósitos reaccionarios. Significativamente, el presidente de Brasil, el fundamentalista cristiano Jair Bolsonaro, fue el primer presidente en reconocer a la mandataria.
Estas y otras conductas proporcionan evidencia de que se ha producido una ilegítima toma del poder, y que por tanto se trata, en efecto, de un golpe de Estado. Ante la falta de legitimidad democrática, los golpistas se amparan en la Biblia e invocan “el poder de Dios” para gobernar. Estamos ante una pretendida justificación religiosa (de signo católico y evangélico, concretamente), ante una legitimación tan divina como antidemocrática.
Los golpistas no ocultan su propósito de guiar al país con las referencias religiosas más reaccionarias, lo que quiere decir oponerse a los derechos de las mujeres, de las personas LGTBI+, de la infancia, de los más pobres, de la población indígena, y del derecho de todas y todos a la libre conciencia; oponerse, en suma, a derechos humanos fundamentales.
Lamentablemente, tras los hechos denunciados, la Conferencia Episcopal Boliviana emitió una declaración afirmando que “lo que sucede en Bolivia no es un golpe de Estado”, y mandó representantes a la ilegítima proclamación de Añez, reforzando la instrumentalización de la religión con una finalidad política espuria.
Como ha recordado el sociólogo de las religiones Juan Esquivel, en América Latina ha sido recurrente la presencia de lo religioso en los golpes de Estado. (No obstante, hay que destacar que no toda la jerarquía eclesiástica boliviana está a favor del golpe, sino que alguna ve con desagrado esa manipulación y apropiación interesada del “mensaje de Dios”. Otro tanto puede decirse de los evangelistas). Por desgracia, en España tenemos una trágica memoria de la legitimación religiosa del golpismo más cruento y enemigo de los derechos humanos, por lo que sentimos de manera muy viva lo que está padeciendo el pueblo boliviano. Este sentimiento de cercanía se agudiza porque es numerosa la población boliviana en nuestro país.
Por todo lo dicho, desde Europa Laica reclamamos que en Bolivia se restaure la legalidad democrática de un Estado de derecho de naturaleza laica. El Gobierno de España no puede ignorar la situación tan dramática de un pueblo al que –a veces demagógicamente– se le llama “hermano” desde instancias políticas. Es el momento de demostrar esa hermandad, o al menos solidaridad, por lo que pedimos al Gobierno de España que se posicione claramente en todas las esferas internacionales en contra del golpe de Estado en Bolivia y a favor de un Estado democrático y laico.