MANUELA CARMENA
ALCALDESA DE MADRID
Hemos tenido conocimiento a través de los medios de comunicación de la instalación de un belén en sedes municipales concretamente en BELEN CENTRO CIBELES o “BELÉN MUNICIPAL” en la CASA DE LA VILLA o MUSEO DE HISTORIA DE MADRID…
Le mostramos nuestra opinión contraria a esta decisión, por vulnerarse el principio de laicidad institucional.
Este tipo de exposiciones, independientemente de su aspecto artístico y cultural, provienen de una tradición confesional cristiana que se remonta al sXIII y forma parte de la simbología religiosa de los países con imposición del cristianismo, básicamente en los territorios de habla castellana, en algunos ámbitos trufados con paganismos, ocultismos y otras religiones de otras procedencias o creencias, conformando una especie de sincretismo religioso.
En España la simbología católica, como capillas, crucifijos, figuras de santos y vírgenes, belenes y nacimientos, procesiones, romerías, advocaciones sagradas, juramentos ante símbolos católicos, etc. forman parte de las creencias misteriosas de una parte de la ciudadanía, en este caso cristiana-católica. Todo ello muy unido al fervor político nacional-católico que tanto dolor causó durante varias décadas y que hoy desde ciertos poderes tratan de mantener e, incluso, aumentar para reconfirmar el poder del catolicismo, por encima de otras múltiples convicciones y creencias de otras confesiones, de origen cristiano o no.
Convivimos en una sociedad muy secularizada, muy plural en materia de convicciones y aspiramos a un Estado laico, en donde las instituciones sean neutrales ante la cuestión religiosa o de otras ideologías particulares.
Por ello EUROPA LAICA, viene recomendando, sugiriendo e, incluso, exigiendo a los poderes públicos que nos representan a todos y todas de las más variadas convicciones que sean respetuosos con ello y con la Constitución. Los espacios públicos: Como centros de Enseñanza de titularidad pública universitarios y no universitarios o, bien, financiados con fondos públicos, casas consistoriales y sus dependencias municipales, ministerios, etc. deben de estar libres de simbología religiosa de cualquier otra naturaleza ideológica, entre ellos los belenes y nacimientos, por su alto significado religioso, en nuestro país.
Ello no quita para que el Ayuntamiento atendiendo a una parte de la población con unas determinadas creencias facilite su expresión, con el suficiente cuidado y en ciertos lugares, con el mantenimiento y el abono de la tasa correspondiente por parte de los promotores. Aunque en este caso, locales religiosos-católicos en Madrid hay muchísimos para que se puedan exponer este tipo de simbolismos. Pero nunca en un Ayuntamiento o sus dependencias, centros sociales, etc.
JOAN RIBÓ
ALCALDE DE VALENCIA
Hemos tenido conocimiento a través de los medios de comunicación de la instalación de un belén en sedes municipales concretamente BELÉN MUNICIPAL EN EL AYUNTAMIENTO DE VALENCIA.
Le mostramos nuestra opinión contraria a esta decisión, por vulnerarse el principio de laicidad institucional. ¿Cómo va a ser un belén municipal?
Este tipo de exposiciones, independientemente de su aspecto artístico y cultural, provienen de una tradición confesional cristiana que se remonta al s. XIII y forma parte de la simbología religiosa de los países con imposición del cristianismo, básicamente en los territorios de habla castellana, en algunos ámbitos trufados con paganismos, ocultismos y otras religiones de otras procedencias o creencias, conformando una especie de sincretismo religioso.
En España la simbología católica, como capillas, crucifijos, figuras de santos y vírgenes, belenes y nacimientos, procesiones, romerías, advocaciones sagradas, juramentos ante símbolos católicos, etc. forman parte de las creencias misteriosas de una parte de la ciudadanía, en este caso cristiana-católica. Todo ello muy unido al fervor político nacional-católico que tanto dolor causó durante varias décadas y que hoy desde ciertos poderes tratan de mantener e, incluso, aumentar para reconfirmar el poder del catolicismo, por encima de otras múltiples convicciones y creencias de otras confesiones, de origen cristiano o no.
Convivimos en una sociedad muy secularizada, muy plural en materia de convicciones y aspiramos a un Estado laico, en donde las instituciones sean neutrales ante la cuestión religiosa o de otras ideologías particulares.
Por ello EUROPA LAICA, viene recomendando, sugiriendo e, incluso, exigiendo a los poderes públicos que nos representan a todos y todas de las más variadas convicciones que sean respetuosos con ello y con la Constitución. Los espacios públicos: Como centros de Enseñanza de titularidad pública universitarios y no universitarios o, bien, financiados con fondos públicos, casas consistoriales y sus dependencias municipales, ministerios, etc. deben de estar libres de simbología religiosa de cualquier otra naturaleza ideológica, entre ellos los belenes y nacimientos, por su alto significado religioso, en nuestro país.
Ello no quita para que el Ayuntamiento atendiendo a una parte de la población con unas determinadas creencias facilite su expresión, con el suficiente cuidado y en ciertos lugares, con el mantenimiento y el abono de la tasa correspondiente por parte de los promotores. Aunque en este caso, locales religiosos-católicos en Valencia hay muchísimos para que se puedan exponer este tipo de simbolismos. Pero nunca en un Ayuntamiento o sus dependencias, centros sociales, etc.
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En la imagen superior el de Valencia.