Ursula Von der Leyen adelanta tras las reunión del G7 que la Unión Europea cuadriplicará el gasto en ayuda humanitaria para paliar la crisis.
Este martes se ha celebrado una cumbre extraordinaria del G-7 para evaluar la situación en Afganistán y elaborar una hoja de ruta coordinada tanto en las misiones sobre el terreno como en el reparto de fondos, el envío de ayuda humanitaria y el recibimiento de personas evacuadas tanto en Europa como en los países limítrofes que reciben refugiados en busca de asilo.
La vuelta del régimen talibán tras la retirada de las tropas estadounidenses, que se materializará este 31 de agosto, tal y como ha informado el propio Joe Biden, está dejando imágenes desoladoras de ciudadanos afganos tratando de huir del país. La Unión Europea se mantiene firme en sus postulados, y exige un proceso de traslado de poderes transparente y que sea garante de sus valores fundacionales y los derechos humanos.
Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, y Ursula Von der Leyen, su homóloga en la Comisión Europea, han sido los encargados de poner sobre aviso a los talibanes. Para ello, han congelado las partidas presupuestarias que ya estaban aprobadas con destino Afganistán para los años venideros, cifradas en 1.000 millones de euros, a expensas de conocer si el régimen cumple “a rajatabla” con el respeto a los derechos humanos, con especial mención a la difícil situación que atraviesan mujeres y niñas: “Hemos planteado que las ayudas al desarrollo para el futuro se basarán en unas condiciones relacionadas con los valores fundacionales de la Unión Europea, los Derechos Humanos y el respeto a las mujeres. Contábamos con 1.000 millones. Ahora mismo esta cantidad se congela hasta saber que estas condiciones se cumplen a rajatabla”, ha manifestado Von Der Leyen.
Además, la presidenta de la Comisión Europea ha indicado que Europa cuadriplicará el gasto en ayuda humanitaria fijado para Afganistán en este 2021: “La ayuda médica está y se sigue incrementando para hacer frente a las necesidades. Los que se encuentran en un riesgo más inmediato, especialmente mujeres y niñas, son un 80% de los desplazados. La cifra supera los 3 millones de personas desplazadas internamente en Afganistán. La Comisión quiere cuadruplicar la ayuda europea. Originalmente estábamos planteando una ayuda de 50 millones para 2021, y esa cifra superará los 200”, ha indicado.
En la misma línea ha argumentado Charles Michel cuando ha hablado sobre las relaciones que mantendrá Europa con Afganistán una vez retiradas las tropas norteamericanas. Según el presidente del Consejo, la Unión afrontará las conversaciones en función de factores económicos y sociales, pero siempre teniendo en cuenta los derechos humanos, la igualdad entre hombres y mujeres, la lucha contra el terrorismo y el tráfico de personas.
“La retirada del Ejército no va a reducir la vigilancia de los derechos humanos. Ahora estamos más decididos que nunca a aprovechar esta situación, con una Unión Europea que proteja sus valores e intereses, aprendiendo de los que ha sucedido en Afganistán (…) Esto nos muestra que debemos seguir unidos, ya que es fundamental para el futuro de Europa”, ha expuesto Michel.
El G7 no se olvida de España
La labor realizada por el Ejecutivo español, tanto a la hora de sacar afganos del aeropuerto de Kabul como a la de prestarles asilo en las bases de Torrejón, Rota y Morón, no pasa desapercibido: “Me gustaría darle las gracias al servicio de asuntos exteriores, así como el apoyo que hemos recibido de países como Bélgica, España, Francia o Italia en las labores de evacuación del personal afgano que ha trabajado en nuestras misiones. Gracias a ellos hemos podido sacar a miles de personas que se encuentran en lugar seguro”, ha explicado Von der Leyen, que, además, ha garantizado que EEUU cumplirá con su parte del trato y se hará cargo de su parte de asentamiento de desplazados.
“Garantizaremos que los desplazados internos tienen el apoyo necesario y que el resto de la comunidad internacional apoyen a los refugiados en los países vecinos, trabajando sobre el terreno en los países limítrofes. Necesitamos un sistema migratorio que funcione.”, ha sentenciado la dirigente.