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«Esto es solo la punta del iceberg», el testimonio de antiguos alumnos de Maristas de Granada que denuncian abusos sexuales de un profesor

Tres denunciantes explican a Granada Hoy sus recuerdos de aquellos años y aseguran que el centro se acaba de poner ahora en contacto con ellos. Piden que se depuren responsabilidades y que otros afectados más jóvenes den el paso.

Tres antiguos alumnos del colegio Maristas de Granada que denuncian haber sufrido abusos sexuales durante su infancia por parte de un profesor han hablado con Granada Hoy sobre sus experiencias. Todos coinciden en que el centro se ha puesto ahora en contacto con ellos para disculparse por los supuestos abusos que sufrieron y colaborar en la búsqueda de más casos relacionados.

El escritor Ernesto Pérez Zúñiga, una de las víctimas de los presuntos abusos sexuales, denunció ante el colegio y las autoridades su caso hace años. Después de eso «jamás se habían reunido conmigo, el primer acercamiento que he tenido ha sido hoy (por ayer), que he recibido un correo del departamento provincial de Maristas de protección al menor en el que me han pedido perdón y me proponen hablar”.

El escritor, que contó su experiencia sin dar nombres en la novela Escarcha (2018) explica que el hecho de que desde el centro se hayan puesto en contacto con él «es algo que me ha dado mucha alegría, porque Escarcha se leyó en el colegio, me consta que por antiguos profesores, en la novela se contaba todo, y entonces esperaba que alguien del colegio me contactara, no quería armar un escándalo”. 

«La sensación que tengo es que aquí ha prevalecido la protección de un profesor, que según me dicen, ha estado dando clase sin título durante muchos años, y lo han protegido”, explica Pérez Zúñiga, que insiste en la importancia de «hacerlo público y contarlo para que se cree conciencia», al igual que su compañero J. A. R. A. , otro afectado por los supuestos abusos de Guillermo García, alias Willy, que cree que lo que ahora está saliendo a la luz «es sólo la punta del iceberg«. El profesor no se jubiló hasta el año 2019 y, además, «sabemos que estuvo organizando campamentos, al menos, hasta el año 2013, porque lo he visto en vídeos». Por eso, los denunciantes hacen un llamamiento a posibles afectados de los abusos para que «no pase como con nosotros, puesto que después de tantos años el delito ha prescrito».

«Conozco a amigos que lo han pasado muy mal, hasta nueve casos más, lo que pretendo es que se depuren responsabilidades, a él primero y también los que le permitieron seguir dando clase y hacer campamentos» especifica J. A. R. A. , que hace hincapié en que no existe intención alguna de dañar a la institución puesto que «le tengo un profundo cariño a mi colegio, no quiero hacer un espectáculo mediático, lo único que quiero es que si todavía hay personas que no han presentado una denuncia lo hagan, porque el delito podría no haber prescrito en estos casos».

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Manuel Garach Gómez fue el primero de los afectados en pronunciarse públicamente estos días y también ha sido contactado por el centro, a lo que Garach ha respondido pidiendo que «rectifiquen el comunicado», puesto que considera que hay algunas inexactitudes en este. El colegio emitió el miércoles una disculpa pública por los daños causados explicando que tan sólo eran conscientes de uno de los casos y que, tras una investigación conjunta entre afectados, autoridades y profesorado no se logró sacar nada en claro.

Garach exlica a este periódico que en ningún momento la institución se puso en contacto con él o alguno de los presuntos agredidos que conoce, además de que el presunto abusador «siguió dando clase y ligado a la organización de los campamentos». Garach también destaca la imperante necesidad de que las víctimas se pronuncien para crear conciencia sobre este tipo de abusos y apunta que «yo lo hice por conciencia social y como verdad sólo hay una, tenemos que meternos en el mismo barco, si ellos colaboran, estupendo». «Agradezco que se hayan puesto en contacto conmigo, pero me pregunto por qué no me han contactado antes», dice Garach en relación a los responsables del centro Maristas.

Recientemente ha rebrotado el escándalo de los presuntos abusos sexuales a menores de edad por parte del docente y monitor conocido como Willy durante los campamentos de Maristas y en reuniones en casa del docente, que habría usado como método la cercanía personal y la creación de un grupo social para obligar a los jóvenes a ser parte de este y temer el rechazo de sus amigos en caso de pronunciarse. Según el relato común de los denunciantes, la técnica que le permitió abusar de los jóvenes a sus diez y doce años de edad, ahora se habría vuelto en su contra, puesto que la unión entre los antiguos alumnos del centro les ha permitido conocer sus casos, que sucedían en paralelo pero ellos lo desconocían hasta pasados unos años.

Pérez Zúñiga descubrió hace unos días el relato de Manuel Garach Gómez, un antiguo alumno al que le había sucedido lo mismo con tan sólo diez años, así que se sumó a las denuncias públicas. Pero él ya había  comunicado este asunto años atrás. «Yo hablé con el director del colegio de los Maristas sobre el año 90 o 91, después del último campamento de Ademar. Yo no participé en él. Pero amigos míos sí. Se armó un escándalo en el campamento. Y yo, que tenía muy buena relación con el colegio, hablé con el director».

Cuando acabó la carrera, lo llamaron para una sustitución en el colegio. Pero allí se encontró con el profesor. «Después, misteriosamente rescindieron mi contrato a los dos días. Y me fui entonces a Cádiz y luego a Madrid». Ahora es cuando ha vuelto a hablar de este asunto, al conocer los otros testimonios que publicó el diario El País hace unos días.

Los portavoces de la provincia mediterránea de Maristas aseguraron no haber recibido ninguna denuncia. La institución emitió un comunicado el miércoles en el que se disculpaba por lo sucedido, aunque limitaba mucho el conocimiento del asunto. Tras la explosión mediática del caso estos días y la publicación de una disculpa, la institución se ha puesto en contacto con los afectados para ofrecer su colaboración.

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