El nuevo líder asume las riendas de una comunidad inquieta ante el ascenso al poder del islamismo político
En una solemne ceremonia celebrada en la catedral de San Marcos, en el barrio cairota de Abbasiya, Tawadros II fue entronizado nuevo patriarca de la Iglesia copta, la principal denominación cristiana de Egipto. Tawadros II asume la dirección de la Iglesia en un difícil momento para la comunidad copta, pues percibe su futuro amenazado a causa del ascenso al poder del islamismo político.
Sin duda, el momento más emotivo de la misa fue cuando a Tawadros II, sentado en el trono de San Marcos, fundador de la Iglesia copta, le fue colocada la corona papal. Los miles de fieles que abarrotaban la catedral estallaron en un largo aplauso. Otro momento sentido fue la plegaria por las 51 víctimas mortales, la mayoría niños de entre 4 y 6 años, del accidente de un autobús escolar que colisionó con un tren el día anterior en la provincia de Assiut.
Finalmente, entre los asistentes no figuró el presidente Mohamed Morsi, que optó por enviar una delegación de su Gobierno presidida por el primer ministro, Hisham Kandil, y que incluía diversos ministros. También acudieron a la cita importantes personalidades del mundo social y político del país, como el ex secretario de la Liga Árabe, Amr Musa, o el Premio Nobel de la Paz, Mohamed el Baradei, además de numerosos representates de países extranjeros.
Tawadros II, que cumplió 60 años el mismo día que fue escogido patriarca, no realizó ningún sermón, sino que se limitó a leer un breve comunicado. Nacido en el seno de una familia religiosa, y graduado en Farmacia por la Universidad de Alexandría, el nuevo patriarca es visto como una figura de talante dialogado, que apuesta por el diálogo para resolver los intermitentes conflictos de carácter sectario que sacuden la sociedad egipcia.
El proceso de selección del nuevo patriarca, que incluyó varias votaciones y la llamada “lotería del altar”, puso de manifiesto el consenso existente entre la jerarquía eclesiástica, así como también entre los coptos laícos, la necesidad de alejar a la Iglesia de la política. En los 40 años de liderazgo del anterior Papa copto, el carismático Shenuda III, la Iglesia actuó a menudo como representante político de la comunidad, lo que llevó a una estrecha relación con el régimen de Mubarak. De hecho, al inicio de la revolución, Shenuda III instó a los coptos a no manifestarse, provocando un movimiento de rebeldía entre los más jóvenes.
Sin embargo, ante situación de polarización del panorama político y egipcio, y la trascendencia del proceso de redacción de la nueva Constitución, no le será fácil para Tawadros II esta disociación de religión y política. De hecho, horas antes de su entronización, todas las iglesias cristianas acordaron retirarse de la Asamblea Constituyente, dominada por los corrientes islamistas, y que se encuentra en la última fase de redacción de la nueva Carta Magna. Se calcula que los cristianos representan alrededor de un 10% de los 85 millones de habitantes de Egipto.
Tawadros II es entronizado como patriarca de los coptos en la catedral de San Marcos, en El Cairo. / KHALED DESOUKI (AFP)
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