Bajo la consigna: “Yo utilizo medios de transporte que no afectan mi virginidad ni mi relación con Dios”, la Iglesia Pentecostal Renacimiento, de la provincia argentina de Santa Fé, convoca a sus fieles mujeres a gritarle “vade retro” a las humildes, útilitarias y anticontaminantes bicicletas. Según el Pastor Elías Ramírez, el máximo gurú de esta singular Iglesia (que por otro lado se extiende por toda Latinoamérica, y algunos de sus subditos gobiernan en varios estados brasileños) las bici son nocivas para las jóvenes ya que “no es un vehículo bíblico”. Si la bicicleta no es bíblica, qué se podrá decir del subte o metro en horas pico.
De qué nos podemos sorprender, si Temer es presidente de Brasil y Trump gobierna el mundo (o por lo menos lo intentará). Pronto hasta es probable que el Pastor pentecostal se convierta en ministro de cualquiera de los países del continente, y ese día finalmente la endemoniada bicicleta será abolida definitivamente.