La Iglesia o las distintas congregaciones rara vez son condenadas como responsables civiles a hacerse cargo de los abusos de sus religiosos y nunca se personan como acusación en estas causas judiciales.
El diario El País fue el encargado de entregar al Vaticano y a la Iglesia española un informe con 251 casos de acusaciones de pederastia desde la década de los 50 hasta la actualidad. En el informe se descartaron los casos que siguen bajo investigación y los que no reúnen los indicios suficientes o información relevante para que las autoridades eclesiásticas puedan aclararlos o tomar medidas.
Sin embargo, a pesar de las denuncias entregadas por el diario, sigue sin existir una estadística fiable de cuántas personas han sido víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica en nuestro país.
Desde hace al menos 12 años, una treintena de religiosos han sido condenados por abusos en parroquias, iglesias, campamentos y clases mientras servían a la institución religiosa, pero rara vez la Iglesia o las distintas congregaciones han sido condenadas como responsables civiles a hacerse cargo de los abusos de sus religiosos, a pesar de que el artículo 120 del Código Penal así lo establece, y nunca se personan como acusación en estas causas judiciales, tal y como ha podido comprobar elDiario.es, después de examinar más de 30 sentencias condenatorias dictadas por tribunales de todo el país y el Tribunal Supremo desde 2010 hasta la actualidad y varias decenas más relativas a abusos sexuales cometidos en el seno de otras confesiones como las iglesias evangélicas.
En el caso de estas 30 sentencias las indemnizaciones impuestas para delincuentes sexuales del entorno de la Iglesia católica suman más de 750.000 euros. De ese dinero las distintas instituciones religiosas han sido consideradas responsables civiles subsidiarias de menos de 240.000 en cuatro casos.
Además, las instituciones religiosas se sentaron apenas nueve veces en el banquillo y su ausencia se debió a distintas razones: en la mayoría de los casos ni la víctima, ni la Fiscalía ni el acusado lo piden, o lo hacen de forma extemporánea y, en otros casos, las sentencias son dictadas en conformidad o el acusado ha adelantado el dinero de la indemnización y eso evita que se pueda responsabilizar a nadie más.
En un caso examinado por elDiario.es la Iglesia no fue sentada en el banquillo, después de que un sacerdote abusara de una niña. El Tribunal Superior de Castilla-La Mancha rechazó que la Iglesia católica fuera declarada responsable civil subsidiaria como había pedido la acusación, primero porque no había comparecido en el juicio y esa declaración vulneraría su derecho de defensa y segundo porque los sacerdotes como este pederasta no tienen una relación laboral con la Iglesia que permita una acusación de este tipo.
No es fácil, por tanto, que un caso de abusos en el seno de la Iglesia llegue a juicio con la institución en el banquillo si no hay una relación laboral de por medio y en caso de que el juicio llegue a ese punto, la condena económica es todavía más difícil.
En el caso de los colegios, cuando el abusador es profesor, religioso o no, es habitual que el centro se siente en el banquillo como responsables civiles junto con sus compañías aseguradoras que, en el caso de haber condena, terminan haciéndose cargo de las indemnizaciones.
En 2006 la cosa cambió y un sacerdote fue condenado por abusar de un niño de 12 años a dos años de prisión y a indemnizar a la víctima con 30.000 euros. Además, el Arzobispado de Madrid fue declarado responsable civil subsidiario.
Diez años después, en 2016, la Audiencia Provincial de Madrid impuso ocho años de cárcel a un pastor evangelista por abusar sexualmente de una chica de 15 años que acudía a su congregación y, además, por conseguir que la familia de la víctima denunciara falsamente a su padre en vez de a él. En este caso la sentencia declaraba la responsabilidad civil subsidiaria de la Iglesia Evangélica Apostólica del Nombre de Jesús en la que era religioso, que debía hacerse cargo de la indemnización de 60.000 euros para la víctima.
En el caso de congregaciones evangélicas u otras como los Testigos de Jehová los casos de abusos son menos numerosas que las sentenciadas en torno a la Iglesia católica. Desde 2010 los tribunales territoriales y el Supremo han dictado más de 15 sentencias condenatorias contra pastores de congregaciones evangelistas y un sacerdote sij, que el año pasado aceptó dos años de cárcel por abusar de una niña pequeña en un templo.