Al fallar en contra de una madre católica que quería que su hijo fuera bautizado, un juez de Gibraltar describe la visión del padre sobre la religión como «clara».
El Juez del Tribunal Supremo Christopher Butler dijo del padre:
«Es vehementemente anti-religioso y cree que la religión ha sido responsable de mucho daño».
Los antecedentes del caso involucran a un niño, al que se llama simplemente «C», nacido de padres no casados en 2012 en Gibraltar. Sin embargo, la relación se rompió y los padres del niño se separaron en 2015.
El asunto llegó por primera vez a la corte en abril de este año debido a que la madre había dispuesto el bautizo de «C» «sin previo aviso o consulta con el padre».
Había intentado buscar consejo legal porque estaba «preocupada acerca de si sus acciones eran correctas y legales.»
Los puntos de vista anti-religiosos del padre lo llevaron a oponerse al plan de la madre y a solicitar una orden de prohibición, que el juez concedió con carácter provisional.
La posición central del padre era que su hijo:
«No debería tener su elección hecha por él antes de que él mismo tenga una edad en la que pueda decidir por sí mismo qué religión –si es que quiere alguna– desea adoptar y seguir.»
