A partir de las declaraciones del Cardenal Sturla en torno a la “laicidad”, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Colorado desea realizar algunas consideraciones:
1) Nuestro país ha preservado el valor de esa laicidad en su evolución democrática, desde que José Pedro Varela impulsó su tan vigente reforma de la “escuela laica, gratuita y obligatoria”.
2) Esa laicidad recogida en el artículo 5 de Constitución implica que el Estado no sostiene religión alguna. Laicidad no significa enfrentamiento del Estado a las religiones, laicidad es ante todo libertad de conciencia, igualdad de derechos para todos y un Estado en cuyo ámbito no tiene lugar el proselitismo religioso.
3) La República ha transitado hacia una laicidad en la que confluyen todas las corrientes del pensamiento, que se toleran y conviven pacíficamente en un país de libertades.
4) La secularización le hizo bien al Estado, al que lo despojó de sectarismos; a la ciudadanía, a la que protegió en sus libertades; y a las Iglesias, a las que destinó a su rol espiritual, sin contaminaciones administrativas, como las que en algunos países coartan su libertad a cambio de subvenciones y prebendas.
5) Nuestra República tiene en la laicidad uno de sus pilares, y en tanto parte de nuestra identidad nacional sigue y seguirá vigente y firme.