El presidente cubano, Raul Castro, accede «excepcionalmente» a la petición que hizo el Papa durante su reciente viaje a la isla
COMENTARIO: El gobierno cubano debe propiciar la libertad de conciencia y los derechos humanos de toda su ciudadanía, por ser un derecho de las personas, no caer en la presión de la iglesia católica para liberar presos políticos, o ceder para convertir en fiestas nacionales las festividades católicas, antes la navidad y ahora el viernes santo. Un hecho que viene a poner de manifiesto el carácter político que tanto el gobierno cubano como El Vaticano han dado a esta visita "pastoral".
El presidente cubano, Raúl Castro, ha declarado "excepcionalmente" como día de fiesta el próximo Viernes Santo, 6 de abril, al acceder a la petición que el Papa hizo durante su reciente visita a Cuba, según publica Granma, el diario oficial.
"El presidente cubano comentó al Papa, momentos antes de su partida, que el próximo viernes, 6 de abril, con carácter excepcional, sería día festivo, conforme a su voluntad, en honor a Su Santidad y al feliz resultado de su trascendental visita a nuestro país, y que le correspondía a los órganos superiores de la nación tomar una decisión definitiva sobre este asunto ", ha precisado el comunicado en referencia a la Asamblea Nacional.
Benedicto XVI viajó a Cuba del 26 al 28 de marzo a 28. Durante el viaje celebró dos misas al aire libre en Santiago de Cuba (sureste) y La Habana y visitó el Santuario Nacional de El Cobre, donde se rindió homenaje a la Virgen de la Caridad, patrona del país. También mantuvo conversaciones con los líderes del país, incluyendo a Fidel Castro, retirado del poder del poder por razones de salud.
En diciembre de 1997, el entonces presidente Fidel Castro decretó día de fiesta excepcional el 25 de diciembre a causa de la visita del Papa Juan Pablo II a la isla, que tuvo lugar del 21 al 25 de enero de 1998. Desde la visita de Juan Pablo II, el día de Navidad sigue siendo festivo en la isla.
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