Los alumnos del Colegio de Educación Infantil (CEIP) Cervantes, ubicado en el número 31 de la calle Sant Pere Més Baix de Barcelona, no hacen vacaciones de Navidad ni de Semana Santa. Las han sustituido desde hace tiempo por las de Invierno y Primavera.
Ajeno a la polémica desatada en estos últimos días por la propuesta del Consell Escolar de Cataluña (CEC) de eliminar las referencias religiosas en la nomenclatura del calendario escolar, el centro ha optado por la política de hechos consumados. Para comprobarlo sólo hay que entrar en la «web» oficial de la escuela y observar las referencias que aparecen en el calendario escolar, que estructura los trimestres en base a las vacaciones de «invierno», «primavera» y «verano».
Multiculturalidad religiosa
No es el único centro del casco antiguo de la ciudad que apuesta por la laicidad -reconocer la diversidad de creencias sin priorizar a una con respecto a la otra-. Los responsables de estos colegios, que escolarizan un porcentaje elevado de alumnos inmigrantes, no hablan de anticlericalismo sino de adaptar la escuela a la nueva realidad social, que abarca muchas culturas y religiones.
«No podemos imponer una cultura por encima de otra», indicaron a ABC fuentes próximas al centro. Para evitar esta situación optan por marcar las etapas vacacionales en base a los solsticios.
El colegio (CEIP) L´Arenal de Llevant, situado en Bac de Roda, 33, es otro de los que apuesta por la laicidad. No ha eliminado las vacaciones de Navidad, pero sí las de Semana Santa, por lo que, según estipula el calendario de su «web», sus alumnos se tomarán del 29 de marzo al 5 de abril las «vacaciones de primavera». Lo llevan haciendo desde hace tiempo sin ningún tipo de reacción por parte de las autoridades educativas. Sea por cuestiones pedagógicas -aseguran que conduce a una distrubición más racional de los períodos lectivos y de descanso- o por que se apuesta por llevar al extremo el respeto a la diversidad cultural, lo cierto es que estos y otros colegios de titularidad pública se han avanzado a la sentencia de la conselleria de Educación, que se augura desfavorable.
El responsable del departamento, el socialista Ernest Maragall, fue ayer explícito al respecto y aseguró que no cambiará la denominación de las vacaciones de Navidad y Semana Santa por la de vacaciones de Invierno y Primavera, pese a que se lo haya propuesto el Consell Escolar.
Maragall recordó que los informes del CEC no son vinculantes. «A pesar de que la sociedad catalana es laica, no debe renegar de su tradición e historia», dijo en declaraciones a Rac1 recogida por Ep. «Lo respeto porque estamos en un país laico y nadie está forzado a creer ni a participar en nada que no se corresponda con sus convicciones», reconoció el conseller, pero añadió que Cataluña tiene una tradición e historia de la que «no hay que renegar en absoluto».
«No pienso hacerlo»
«No pienso hacerlo», concluyó Maragall, quien advirtió de que aunque la conselleria cambiara esta denominación «ni se notaría porque la realidad es muy tozuda». Con esto, puntualizó: «Más vale que las formas y la realidad estén tan de acuerdo como sea posible». La propuesta del CEC levantó ampollas entre los sectores de las escuelas confesionales. La Confederación Cristiana de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos considera la medida «absurda». La Generalitat dará su vericto definitivo en breve, en la próxima reunión del Consejo.