El Gobierno quiere que el mausoleo de Franco recupere las casi 300.000 visitas anuales que recibía antes de su clausura y prevé cobrar entrada a partir del verano
El Gobierno no solo ha metido, de momento, en un cajón el informe que recomendaba sacar del Valle de los Caídos los restos de Francisco Franco para convertir el monumento en un espacio que invite a la reconciliación, sino que ha decidido que ya es hora de que vuelva la normalidad al mausoleo que alberga las tumbas del dictador y del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, así como de 30.000 víctimas de la guerra civil de uno y otro bando.
El recinto fue clausurado al turismo en abril del 2010 por motivos de seguridad, ante el grave deterioro del monumento. Desde entonces y hasta mayo del 2011 solo se permitieron las visitas a la basílica en horario de culto. A partir de esa fecha y tras la colocación de una red para evitar desprendimientos, el Valle de los Caídos reabrió sus puertas de 10 a 18 horas, si bien el Gobierno socialista no publicitó el cambio porque su pretensión era que el monumento solo tuviera carácter de culto. Al contrario que el Ejecutivo actual, que quiere que el recinto recobre «la normalidad», según explicó el presidente de Patrimonio Nacional -de quien depende el mausoleo-, José Rodríguez-Spiteri, al diario Abc.
Para ello, además de acometer obras de remodelación, proyecta volver a cobrar entrada a partir del verano, según fuentes de Patrimonio, y adecentar áreas del recinto abandonadas durante años, como las estaciones del Vía Crucis, que han sido rehabilitadas y a partir de hoy mismo se reabren ya al público. La intención de Patrimonio Nacional es usar el dinero recaudado con las entradas para financiar una parte del mantenimiento del mausoleo.
El PERIÓDICO publicó en octubre la intención del PP de abrir las puertas del monumento al turismo, con el fin de intentar recuperar las casi 300.000 visitas anuales que recibía el Valle de los Caídos antes de su clausura. El argumento de los conservadores es que el recinto suponía una fuente de ingresos para El Escorial, municipio donde está enclavado, y que otros lugares de culto que también están en obras, como la Sagrada Família, permiten las visitas.
La reapertura al turismo está reñida con la puesta en práctica de las recomendaciones del comité de juristas e historiadores, elegidos por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, que el pasado otoño propusieron, entre otras actuaciones, desenterrar al dictador para intentar despojar al monumento de la connotación franquista que lleva asociada. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en respuesta a una pregunta parlamentaria, señaló que no se llevará a cabo ningún cambio significativo sin alcanzar antes un amplio consenso. Algo evidentemente difícil de conseguir a corto y medio plazo.
