La corte cree que el uso de un símbolo religioso contraviene la carta magna, de carácter secular
Levantar la prohibición para que las mujeres vistan velo musulmán en las universidades va contra la constitución secular del país, afirmó ayer el Tribunal Constitucional que ha vuelto a fallar contra el Gobierno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP). La corte ya se había pronunciado en junio y ahora ha publicado la sentencia completa en la que mantiene que es anticonstitucional el uso de un símbolo religioso en la universidad. Esta lucha entre el partido gobernante, de marcada tradición islámica, y los jueces, defensores de la separación entre la religión y la ley, se remonta al febrero pasado, cuando el AKP aprobó una reforma en la Constitución que el constitucional derogó y de la que ahora se ha conocido la sentencia.
En una sentencia hecha pública ayer, que pretende acabar con cualquier esperanza del partido islamista AKP para reavivar el problema en torno al hiyab, el Constitucional ha afirmado que mientras que vestir un pañuelo es "una decisión individual", levantar la prohibición "va abiertamente en contra de los principios del secularismo".
El Tribunal Constitucional, un bastión de los principios seculares del país, ya había derogado en junio una enmienda a la constitución promovida por el AKP para levantar la restricción, como primer paso antes de su sentencia hecha pública ayer. Un nuevo intento para levantar esta prohibición requeriría una reforma de la carta magna y un amplio consenso social, algo poco probable en un país dividido por el rol que debe ocupar la religión.
"Las reformas de los artículos 10 y 42 van claramente en contra de los principios de los principios del secularismo porque implican el uso de la religión como arma política y afecta a los derechos de otras personas", afirma el tribunal.
El AKP, que niega las acusaciones de sus oponentes de manejar una agenda islamista, ha afirmado que respetará la Constitución, aunque en un primer momento reaccionó de forma violenta a la norma, acusando precisamente de anticonstitucional al Tribunal. "No tenemos ninguna intención de sabotear los principios esenciales del país", ha afirmado el ministro de Justicia Ali Sahin, después de conocerse la sentencia definitiva.
El uso del pañuelo es uno de los temas más conflictivos en Turquía, cuya población es mayoritariamente musulmana pero que cuenta con una constitución no religiosa, y ha sido una fuente de inestabilidad política en el país, que aspira a convertirse en miembro de la Unión Europea. El AKP, que hunde sus raíces políticas en el islam, lo ve como una cuestión de libertad religiosa, mientras que los que abogan por la división entre religión y Estado lo ven como una prueba de que el gobierno quiere imponer la sharia (ley islámica).