El santuario, construido sobre las ruinas de una mezquita, fue inaugurado en enero por el primer ministro, despertando el fervor entre los votantes del gobernante BJP de cara a los comicios que han finalizado este sábado
Antes de entrar al templo de Ram, en la ciudad de Ayodhya (Uttar Pradesh), es obligatorio descalzarse, despojarse de móviles, mochilas, cámaras de fotos y cualquier aparato electrónico y fundirse con el río colorido de gente que asciende hacia la entrada. A mediodía rondan los 40ºC y el suelo, bajo el sol abrasador, corta como cuchillas en las plantas desnudas de los pies. Tras atravesar los arcos de seguridad, golpea la primera imagen del complejo, levantado en una piedra arenosa de tonos rosados. Los feligreses recién llegados alzan los brazos y exclaman: “¡Gloria al dios Ram!”. A continuación, dos puertas lacadas en oro, con el relieve de unos elefantes, dan acceso a la cámara interior, q…