En la mañana del mismo día en que se firmó el acuerdo de paz entre el gobierno y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la ciudad de Cartagena, un pastor evangélico estaba parado sobre una tarima.
Hablaba ante cientos de personas en un acto público en favor del «No» a lo pactado, posición que triunfó con un pequeño margen en el plebiscito de este domingo.
El acto estaba encabezado por el expresidente y actual senador Álvaro Uribe, líder del partido Centro Democrático y principal opositor a lo acordado en La Habana con la guerrilla.
Un par de semanas antes de la votación el senador oficialista y presidente de la Comisión de Paz de la cámara alta, Roy Barreras, me había dicho que su principal preocupación de cara al plebiscito era el voto cristiano evangélico.
Este martes me dijo: «Yo creo que por lo menos dos de los seis millones de votos (que tuvo el «No») fueron de congregaciones cristianas, evangélicas y católicas que salieron a votar en defensa de la familia, como si la familia estuviera en riesgo».
Edgar Castaño, presidente de la Confederación Evangélica de Colombia me dijo que de los 10 millones de fieles que tienen sus congregaciones, votaron posiblemente unos cuatro, la mitad de ellos por el «No».
Y que creen, como él, que el acuerdo tal como está escrito amenaza su idea de familia.
La familia
«El acuerdo vulnera algunos principios de los evangélicos», me dijo el presidente de la Confederación Evangélica.
«La familia», por ejemplo, «cuando se habla de equilibrar los valores de la mujer con los de los grupos LGTBI«.
Castaño fue uno de 14 representantes de iglesias cristianas recibido este martes por el presidente Juan Manuel Santos (sólo tuvo dos reuniones con grupos de interés en el día, la otra con corporaciones económicas).
Al salir, explicó que específicamente se habló del tema del «enfoque de género» en el acuerdo.
«(El presidente) muy abiertamente nos ha dicho: ‘Vamos a revisar eso, vamos a sacar todo aquello que amenace a la familia, que amenace a la iglesia y vamos a buscar una frase, una palabra, que no le de temor a los creyentes'».
Frases
Incluso, dijo Castaño, hablaron de tener una representación en la revisión del acuerdo.
Pero, ¿cuáles son las frases que tanto preocupan a los religiosos?
Algunas como estas, que pueden encontrarse en las 297 de lo firmado por el gobierno y las FARC:
- «Que la implementación se haga teniendo en cuenta la diversidad de género, étnica y cultural, y que se adopten medidas para las poblaciones y los colectivos más humildes y más vulnerables, en especial los niños y las niñas, las mujeres, las personas en condición de discapacidad y las víctimas; y en especial por un mismo enfoque territorial».
- «Que se promueva la equidad de género mediante la adopción de medidas específicas para garantizar que mujeres y hombres participen y se beneficien en pie de igualdad de la implementación de este Acuerdo».
- «Reconocer y tener en cuenta las necesidades, características y particularidades económicas, culturales y sociales de los territorios y las comunidades rurales —niñas, niños, mujeres y hombres, incluyendo personas con orientación sexual e identidad de género diversa— y garantizar la sostenibilidad socio-ambiental».
«En algunas cosas hay que cambiar el lenguaje y en otras hay que aclararlo», me dijo Castaño.
«A conciencia»
«Ellos compraron la falsedad de que en los acuerdos había una ‘ideología de género'», cree el senador Barreras.
«Prácticamente todas las iglesias cristianas evangélicas se dedicaron en sus sermones a atacar el proceso de paz con ese argumento», señaló.
Pero Castaño me dijo que no fue así: «Son unos casos muy aislados; la mayoría de los creyentes votaron en conciencia«.
Iglesia católica
«No solamente las iglesias cristianas sino la iglesia católica tiene también una gran responsabilidad, porque la iglesia católica en Colombia nunca se comprometió con el ‘Sí’«, me dijo José Mojica, periodista especializado en temas religiosos.
Aunque al principio respaldaron la solución negociada al conflicto y el proceso de paz, no promovieron el voto a favor del acuerdo en un país que sigue siendo mayoritariamente católico.
El padre Jorge Enrique Salcedo Martínez, religioso católico y doctor en historia de la Universidad de Oxford, me explicó: «La iglesia católica defiende la familia integrada por un varón y por una mujer. Frente a eso sí hubo un cierto temor,temor a que ese concepto de familia se trasgrediera«.
Finalmente, la iglesia católica en Colombia incentivó la participación en el plebiscito, invitó a la lectura de lo acordado, pero no promovió una u otra postura.
«Creo que a la iglesia le faltó un compromiso más contundente», consideró Mojica.
Llamativamente, además, terminó distanciada de algún modo del papa Francisco, que siempre respaldó el «Sí».
Poder
Luego de la victoria en las urnas el pasado domingo, Álvaro Uribe dijo: «Reiteramos la necesidad de estimular los valores de la familia (…) defendidos por nuestros líderes religiosos y pastores morales«.
Algunos han mencionado la cercanía del senador con grupos evangélicos.
Pero Castaño dijo que en la reunión de este martes con Santos hizo esta aclaración: «Nosotros no estamos relacionados, ni avalados, ni en alianza con ninguna organización política ni con ningún personaje político».
Sea como fuere, los cristianos evangélicos son un grupo que tiene mucha influencia hoy en Colombia, como lo prueba la reunión con Santos y admite Castaño.
«Diez millones de cristianos que representan para el gobierno, para cualquier persona, votos, eso tiene que tener algún poder, ¿no?», me dijo.
«En Colombia se elige presidente con ocho o diez millones de votantes y nosotros somos diez».