El 24 de octubre, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, viajará al Vaticano para reunirse con el Papa Francisco I. Será la primera vez que se vean ambos líderes, después de que el Partido Socialista haya estado pidiendo estos últimos años terminar con el Concordato, un acuerdo entre España y la Santa Sede, firmado en 1979 y que daba ciertos privilegios a la Iglesia.
En 2013, era el secretario general socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, el que anunciaba en un mitin que denunciaría el Concordato.
Pedro Sánchez pedía derogar el Concordato y eliminar a la Religión Católica de su lugar preferente en la Constitución
Un año después, Pedro Sánchez asumía el poder en el partido y pedía también derogar el Concordato y aprobar una Ley de Libertad Religiosa, quería “hacer un Estado laico”.
Sánchez también propuso modificar la Constitución para que la Religión Católica dejara de tener un lugar destacado en la Carta Magna [min 0:57].
En 2017, Sánchez pedía acabar con las inmatriculaciones
Tres años más tarde, en un mitin electoral, Sánchez defendía la recuperación de los bienes que la Iglesia había inmatriculado y reformar el sistema fiscal para que la institución religiosa “pague el Impuesto de Bienes Inmuebles” (IBI).
Aunque en 2019, cuando ya estaba en el Gobierno, recurrió a los tribunales para ocultar los bienes inmatriculados por la Iglesia ante una petición de Maldita.es por hacer pública esa lista.
La denuncia del Concordato en los últimos programas electorales del PSOE
Además, en el programa electoral de las elecciones del 28 de abril de 2019, el Partido Socialista suprimió cualquier mención a denunciar los acuerdos con el Vaticano, aunque para la campaña del 10 de noviembre de ese mismo año la incluyeron de nuevo en su programa [página 33]. Una promesa que también estuvo incluida en el documento para las elecciones de 2015 [página 85] y de 2016 [página 131].