Cascada de críticas al obispo de San Sebastián por sus declaraciones sobre Haití
Las declaraciones sobre Haití del nuevo obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, han levantado, como era de esperar, una tremenda polvareda que ha escandalizado a muchos. La secretaria de Política Internacional del PSOE, Elena Valenciano, calificó este viernes al obispo como un prelado "sin alma" tras pronunciar ayer unas "desalmadas" palabras cuyo tono se traducía, a su juicio, en un "desprecio al sufrimiento espantoso de la población masacrada".
En su blog personal , Valenciano se refirió a las declaraciones de Munilla que ayer afirmó que "quizás nuestra pobre situación espiritual es un mal más grande" que el de "esos pobres de Haití". Para la responsable socialista, "mucha" gente habrá comprendido tras este pronunciamiento "cruel" por qué el clero vasco se mostraba "tan crítico y reacio" al nombramiento, dice, de "este sujeto" como nuevo obispo.
Elena Valenciano: "Hasta su aspecto físico es desagradable"
Tras recordar la opinión del presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, quien consideró que Munilla es "extremadamente conservador", la socialista destaca que las ideas del obispo son "retrógradas". "Hasta su aspecto físico es desagradable pero, lo que no sabíamos es que Munilla es un obispo sin alma", remacha. Finalmente, Valenciano pregunta al prelado: "Señor Munilla: tras la muerte, ¿dónde van los que no tienen alma?"
Patxi López: "Lo de Munilla es incomprensible"
El lehendakari, Patxi López, ha calificado de "incomprensibles" las palabras del obispo de San Sebastián y cree que no es una buena carta de presentación para su aterrizaje en el País Vasco. Sostiene que su opinión está "alejada de la realidad y del humanismo que debe tener el cristianismo".
López ha subrayado la incomprensión de Munilla ante el drama humano que está viviendo la zona más pobre de América y ha lamentado que haya dejado todo esto de lado "para hablar de no se qué problemas de espiritualidad" que no afectan a todo al mundo.
La secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, espera que las declaraciones -que leyó "entre la perplejidad y la indignación"- no hayan llegado a los religiosos que trabajan en ese país sobre el terreno, porque "contribuyen muy poco al espíritu que necesitan en este momento".