Con una inversión de 535.324 euros, los técnicos del IVC+R han rehabilitado la nave central y coro, las capillas laterales pendientes y la cubierta del templo con nervios tardorenacentistas.
El presidente en funciones de la Diputación, Francisco Martínez, y la directora del IVC+R, Carmen Pérez, han visitado esta mañana las obras de la Iglesia de San Vicente Ferrer, propiedad de la institución provincial, que se encuentran en su cuarta y definitiva fase. Con una inversión de 535.324 euros, los técnicos del IVC+R han rehabilitado la nave central y coro, las capillas laterales pendientes y la cubierta del templo con nervios tardorenacentistas.
Las tres actuaciones anteriores se centraron en la recuperación de los esgrafiados, pinturas murales y altares; así como la renovación del pavimento e iluminación de una serie de capillas, como las del Bautismo, San José, Santo Domingo, Santa María Magdalena y del Rosario, con una inversión de 385.280 euros. Unas mejoras que sacaron a la luz unas pinturas murales de época barroca en la primera capilla del Evangelio del templo y que podrían deparar un importante hallazgo de incalculable valor patrimonial.
La Iglesia de San Vicente Ferrer, junto con el claustro adosado a su fachada constituyen los restos de lo que fue en su día el Convento de Sto. Tomás de Aquino, fundado en 1579, iniciándose en 1600 las obras del templo. Tras la desamortización de Mendizábal, por Real Orden de 2 de septiembre de 1859, se transformó en Casa Provincial de Beneficencia, asumiendo entonces la propiedad del inmueble la Diputación Provincial. Finalmente en 1964, siendo Obispo de la Diócesis Segorbe-Castellón, Don José Pont i Gol, se constituyó la nueva Parroquia de San Vicente Ferrer.
El presidente en funciones de la Diputación, Francisco Martínez, ha destacado “que la iglesia de Sant Vicent Ferrer está sufriendo un proceso de restauración integral que incluye todas las capillas laterales y la cubierta. En estos momentos los técnicos ya han finalizado la rehabilitación de cinco capillas y continúan trabajando en otras tres a la vez. Entre ellas la capilla del Rosario, cubierta con frescos barrocos de Eugenio Guilló y que podría dar alguna pista
Archivos de imagen relacionados
