El presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi participará, en la solemne liturgia de la vigilia de Navidad copta que se celebrará, en la tarde del 6 de enero, en la nueva catedral dedicada a la Natividad de Jesús, construida en lo que será la nueva capital administrativa de Egipto, y que presidirá el patriarca Tawadros II. Será la quinta participación del actual presidente egipcio en esta celebración.
Los medios de comunicación egipcios –indica la agencia Fides- califican esta ceremonia como una especie de inauguración oficial del lugar de culto, dado que el año pasado se celebró la vigilia de Navidad en la nueva catedral cuando aún no se había terminado la construcción.
La participación de Al Sisi en las liturgias de la Navidad copta, generalmente transmitida en vivo por la televisión nacional, también tiene como objetivo mostrar el vínculo sólido entre la mayor comunidad cristiana de Oriente Medio y el actual hombre fuerte de Egipto.
Al Sisi, es el primer presidente egipcio que ha participado presencialmente en las solemnidades litúrgicas de los coptos. Su proyecto político define el componente copto como un elemento no marginal de la identidad egipcia.
La nueva catedral (ver foto) también quiere representar un símbolo de la estrategia política con la que Al Sisi intenta asegurarse y asegurar a su proyecto político la solidaridad de la Iglesia copta.
Según el líder egipcio, el nuevo lugar de culto representa “un mensaje para Egipto y para todo el mundo”. Los medios de comunicación egipcios presentan la nueva catedral copta como “la iglesia más grande de Oriente Medio”. El perfil arquitectónico de la catedral, fiel a la tradición copta, quiere evocar el Arca de Noé, y así volver a proponer la imagen de la Iglesia como “una barca” de salvación que navega entre los problemas de la historia hacia la meta celestial del paraíso.
En el plano urbanístico de la nueva capital administrativa, a 45 kilómetros al este de El Cairo, Al Sisi quería incluir también la construcción de la mezquita más grande del país, con la intención de presentar la catedral y la mezquita como símbolos de convivencia y unidad nacional.