Michel Aoun espera que el fin del sistema político confesionalista que rige a la nación acabe con el sectarismo y sea una solución a la “crisis” actual
El presidente del Líbano, Michel Aoun, llamó este domingo en un discurso a la nación a que el Líbano sea declarado un “Estado laico”, como solución a la “crisis sin precedentes” que atraviesa el país y para así abandonar el sectarismo después de la explosión que sacudió el país el 4 de agosto.
“Llamo a que el Líbano sea declarado un Estado laico, al diálogo que incluya a todas las autoridades políticas y religiosas para llegar a una fórmula aceptable para todos”, dijo en un breve discurso en conmemoración del centenario de la creación del Gran Líbano.
“El 1 de septiembre de 2020 es una continuación del 1 de septiembre de 1920. Y es por eso que creo que un Estado laico protege y preserva el pluralismo”, señaló.
El próximo 1 de septiembre se cumple el centenario del establecimiento del Estado del Gran Líbano, que fue proclamado por Francia en una división con Gran Bretaña después de la I Guerra Mundial, un paso que fue bienvenido por los cristianos maronitas, la comunidad a la que pertenece Aoun, aunque no por los musulmanes.
El Líbano vivió una guerra civil que duró de 1975 a 1990 y que terminó con un acuerdo de reparto de poder en el Gobierno entre las 18 comunidades religiosas presentes en el país. Desde entonces, esta repartición de asientos en el Parlamento ha dificultado la formación de gobiernos y la toma de decisión a la hora de llegar a acuerdos.
“El sistema sectario que se basa en los derechos de las comunidades y las cuotas entre ellas han sido válidos por un tiempo, pero hoy se ha convertido en un obstáculo para cualquier desarrollo en el país, un obstáculo para cualquier reforma y la lucha contra la corrupción, así como un generador de conflicto y división para todo el mundo que quiere golpear al país”, aseveró el presidente.
El Líbano hace frente a una de sus peores crisis de la historia, una situación que se ha agravado tras la explosión el pasado 4 de agosto de casi 3.000 toneladas de nitrato de amonio almacenados seis años sin custodiar en el puerto de Beirut, que mató a 190 personas, hirió a más de 6.500, dejó sin hogar a unas 300.000 y asoló gran parte de la capital mediterránea.
Asimismo, Aoun hizo referencia en el discurso a la “juventud del Líbano que está llamando a un cambio”, asegurando que “por su bien y por el futuro” hay que decirles que su “momento ha llegado”, en alusión a la revolución que comenzó en el país el pasado 17 de octubre.
Está previsto que mañana lunes comiencen las consultas parlamentarias para nombrar a un nuevo primer ministro después de que el anterior gabinete dimitiera en bloque seis días después de la explosión de origen desconocido.
También se espera que mañana por la noche llegue a Beirut el presidente francés, Emmanuel Macron, por segunda vez en menos de un mes y comience su programa oficial el 1 de septiembre.