El presidente de Gobierno agradece a los que han dado «voz y cara» a las denuncias de una «realidad que todo el mundo sabía pero nadie hablaba». «Este no es el último día»
Después de que el Defensor del Pueblo entregara su investigación sobre los casos de pederastia en la iglesia católica, el presidente de Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, afirmó que se trataba de un «hito en la historia de la democracia», porque «no existe de lo que no se habla», y en España «ha habido durante muchos años mucha gente que ha sufrido por no poder denunciar, explicarse, visibilizar dramas humanos». A partir de las conclusiones del documento entregado al Congreso de los Diputados se ha calculado que hay «cientos de miles de personas» que han sufrido «la violencia y las agresiones sexuales», dijo Sánchez. Una «realidad que todo el mundo sabía desde hace muchos años pero de la que nadie hablaba en los términos que lo hacemos hoy», aseguró.
Hay que «resolver episodios macabros del pasado», mantuvo y prometió «resarcir al menos mínimamente todo el sufrimiento que han vivido durante todos estos años de silencio, desde el Ejecutivo y el Legislativo». «La presentación del informe no es el punto final de nada: es el comienzo de una deuda que España debe saldar con las víctimas de esas terribles agresiones», dijo Sánchez, tanto en el Comité Federal del PSOE este sábado, como el día anterior tras la reunión del Consejo Europeo en Bruselas.
«En lo que a mí me corresponde, el poder Ejecutivo, estudiaremos este informe, para ver y analizar las recomendaciones que hace el Defensor del Pueblo para actuar en consecuencia», prosiguió y agradeció el «trabajo respetuoso con las víctimas» y «reivindicar que uno de los graves problemas que tuvo y tiene la sociedad son las agresiones sexuales a menores».
Sánchez también quiso hacerse «eco de esa empatía con las personas que han dado su testimonio, han sido valientes, han dado un paso al frente y han puesto voz y cara a este sufrimiento». «Hoy nuestra democracia es mejor», dijo Sánchez el viernes y el sábado ratificó que «hoy España es un país un poquito mejor». «Hay que reconocérselo a las víctimas y comprometernos desde las instituciones públicas en darles una respuesta».
Luego se ratificó en sus redes sociales: «Los abusos de menores perpetrados por la Iglesia y que ha presentado en un informe el Defensor del Pueblo, refleja unos episodios macabros de nuestra historia. Son una deuda que España tiene que saldar con las victimas de estas agresiones».