Rumanía camina hacia una grave crisis política ya que, en una decisión sin precedentes, el presidente del país, Klaus Iohannis, ha rechazado este martes encargar la formación de un nuevo Gobierno a Sevil Shhaideh, propuesta como primera ministra por los socialdemócratas, vencedores de las elecciones legislativas del pasado 11 de diciembre. «He sopesado cuidadosamente los argumentos a favor y en contra, y he decidido no nombrar a Sevil Shhaideh», dijo Iohannis a la prensa. El presidente añadió que ha pedido al Partido Socialdemócrata (PDS) y a su socio, la Alianza de las Libertades Democráticas por Europa (ALDE), que hagan una nueva propuesta.
Iohannis no explicó hoy las razones por las que no acepta nombrar a Shhaideh, que, de fe musulmana y perteneciente a la minoría tartara, hubiese sido la primera mujer en acceder a la jefatura de Gobierno en la historia de Rumanía. Además, hubiera sido la primera persona musulmana en llegar a ese cargo en Rumanía.
Pese a que la mayoría de los rumanos son cristianos ortodoxos, el posible nombramiento de una musulmana como jefa de Gobierno no había suscitado ningún tipo de rechazo entre la opinión pública. De hecho, los principales argumentos en su contra era que resultaba una desconocida para buena parte de la población. La prensa rumana señala que uno de los motivos que han llevado al rechazo presidencial puede ser que el esposo de Shhaideh es un ciudadano sirio llegado a Rumanía en el 2011. Los servicios secretos rumanos habrían alertado de la proximidad de este individuo con el régimen de Bashar el Asad.
Tras ganar cómodamente los comicios, el líder del PSD, Liviu Dragnea, dejó entrever que deseaba ser designado primer ministro, pero no puede por haber sido condenado por fraude electoral en los comicios de 2012. Iohannis insistió en que no nombraría a ninguna persona que haya recibido una sentencia judicial, como prevé una ley aprobada en 2001.
En consecuencia, el PDS propuso, el pasado día 21, a Shhaideh, exministra durante cinco meses de Desarrollo Regional, como jefa del nuevo Gobierno. «Si es designada será primera ministra, pero la responsabilidad política recaerá sobre mí», señaló Dragnea entonces.
NO EXPLICÓ LAS RAZONES
Tras las legislativas del 11 de diciembre, el PDS, que se quedó a 12 escaños de la mayoría absoluta al obtener 221 de los 465 asientos de la Cámara, ha anunciado que formará una coalición con la ALDE, del ex primer ministro Calin Popescu Tariceanu, que logró 29 escaños.
Los dos partidos de centro derecha, el Partido Nacional Liberal (PNL) y la Unión Salvar Rumanía (USR), consiguieron 99 y 43 diputados, respectivamente.
La Unión Democrática Maghiara de Rumanía (UDMR), la minoría húngara, obtuvo con 30 escaños, mientras que el Partido Movimiento Popular (PMP), del expresidente Traian Basescu, entró en el Parlamento con 26.