Durante la celebración del Día Nacional de Libertad Religiosa y de Cultos, el presidente Iván Duque recibió a 130 líderes religiosos en un desayuno en Casa de Nariño.
En el evento les pidió que desde su liderazgo religioso apoyen la labor del Gobierno en la protección de los valores y la lucha contra el consumo de drogas.
“Esa lucha frente a esa amenaza a la juventud no la vamos a dejar de ejercer nunca y los quiero invitar a todos ustedes para que sean también los compañeros en esa tarea en el ámbito del diálogo que tienen ustedes con la familia y con la sociedad colombiana, queridos amigos”, dijo el presidente a los líderes religiosos.
El presidente dijo que cumpliría la promesa de Gobierno de prohibir el porte de la dosis mínima, punto que conversó con los líderes religiosos durante su campaña a Casa de Nariño.
“Hoy tenemos niños que están viendo en los entornos escolares llegar a los jíbaros y en los parques llegar a los jíbaros. En todos los diálogos que yo pude ejercer con ustedes durante el camino a la Presidencia les dije que yo buscaría que se prohibiera el porte de la dosis mínima en las calles de nuestro país para que ese no fuera el escudo de los jíbaros y hemos cumplido”, dijo.
Una vez más dijo que respeta las decisiones de la Corte Constitucional, pero que el decreto ha seguido aplicándose bajo el margen de acción del Código de Policía.
“Y les puedo decir que respeto las decisiones de los tribunales,aún no se conoce la sentencia de la Corte, pero quiero decirles para la tranquilidad que ese decreto sigue vigente”, agregó.
Por otro lado, el primer mandatario aseguró que el país debe “volver a la conversación de la familia”, en la medida en que consideró que existen muchos sectores que califican esta discusión de “debates extremistas”.
Durante la celebración, el Gobierno firmó dos actas para buscar una mejor articulación con las iglesias y el rescate de los valores, según dijo el presidente Iván Duque.
La primera, para el análisis de la conexidad entre el derecho de la educación y la libertad religiosa y de cultos; y la segunda, para el fortalecimiento del aporte a la paz, el perdón y la reconciliación, de las entidades religiosas y sus organizaciones.