Este domingo, 22 de abril, ha concluido, con el cierre de la Puerta del Perdón del monasterio de Santo Toribio, el Año Jubilar Lebaniego que arrancó en abril de 2017, y entre cuyos éxitos destaca la consolidación del Camino Lebaniego.
Tras la «relevancia nacional e internacional» que ha adquirido la comarca de Liébana, continuará la promoción más allá de la efeméride, que se volverá a celebrar dentro de un lustro, en 2023.
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha destacado hoy el «éxito» del Año Jubilar Lebaniego que acaba de terminar, en el que más de 1,2 millones de peregrinos han llegado a Santo Toribio de Liébana.
El cierre de la Puerta de Perdón del Monasterio y la misa celebrada en el interior del templo religioso han puesto fin a doce meses en los que se ha conseguido, además, «ir consolidando Camino Lebaniego como ruta de peregrinación», asegura el jefe del Ejecutivo.
«Ahora sí empieza la gente a tener idea de lo que significó Liébana en el siglo VIII y la figura de Beato» y «hemos puesto ya Santo Toribio en el mapa de España y de otros lugares del mundo», ha afirmado Revilla, para quien la promoción de esta cita es «una tarea que tenemos que continuar» para que venga mucha gente «a reencontrarse con la historia».
El presidente regional ha apuntado que este Año Jubilar que finaliza hoy «tiene que ser germen de una actividad que continúe hasta el próximo», con «visitas permanentes y un itinerario constante de peregrinos a la lo largo del año» en torno al Lignum Crucis y a la figura de Beato.
BATIDO TODOS LOS RÉCORDS HISTÓRICOS
Por su parte, el consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio, Francisco Martín, ha señalado que, a falta de los datos oficiales que se darán a conocer esta próxima semana, el Año Jubilar ha alcanzado la «relevancia nacional e internacional» que se buscaba y ha destacado que se han batido «todos los récords históricos», tanto el de afluencia de personas, como el de negocio y ocupación turística.
«Hemos tenido un Año Jubilar de relevancia que nos ha puesto en el imaginario turístico de peregrinación religiosa nacional e internacional», ha subrayado, después de recordar que el número de peregrinos se ha «multiplicado por ocho» y que Liébana ha pasado de ser la séptima comarca más visitada de Cantabria a la segunda.
Para Martín, el objetivo a partir de ahora es «intentar que la luz que se ha encendido este año no se apague y que el Camino Lebaniego sirva para atraer peregrinos y para que Liébana siga siendo una de las comarcas turísticas con mayor ocupación de Cantabria».
Por su parte, el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, ha recordado, durante la misa, que «el Año Jubilar es un año de júbilo» y ha remarcado que la peregrinación «es algo más que un viaje turístico porque la peregrinación también posee un alma cristiana y humana».
CIERRE DE LA PUERTA HASTA 2023
En la mañana de este domingo han asistido a los actos religiosos celebrados en el Monasterio de Santo Toribio una amplia representación de autoridades eclesiásticas y civiles, así como la Cofradía de la Vera Cruz de Liébana, fieles y peregrinos.
Junto al Presidente, han estado presentes el consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio, Francisco Martín; de Presidencia y Justicia, Rafael de la Sierra, de Obras Públicas y Vivienda, José María Mazón, así diversos alcaldes de la comarca de Liébana, encabezados por el de Camaleño, Óscar Casares.
Además, entre otras autoridades eclesiásticas, han participado en la celebración religiosa, entre otros, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro; el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge; el arzobispo de Oviedo, José Sanz Merchán; el obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, y el de Palencia, Manuel Herrero.
El presidente Revilla, junto con el obispo de Santander, el vicario general, el hermano guardián de Santo Toribio y el presidente de la Cofradía de la Santa Cruz han protagonizado el acto simbólico de cierre, mediante la colocación del candado en la Puerta del Perdón, que permanecerá cerrada hasta el siguiente Año Jubilar Lebaniego en 2023.