Considera un “agravio para miles de católicos” que el alcalde de Granada haya permitido celebrar el fin del Ramadán junto a una imagen de la Inmaculada
Lo que para Granada Laica es una quiebra –otra más– de la obligada neutralidad de las instituciones en asuntos religiosos, para el Partido Popular y para Ciudadanos es nada menos que “un agravio” para miles de granadinos y una “provocación” por parte del alcalde socialista Francisco Cuenca, que lo es por cierto gracias a que el partido naranja le quitó su apoyo al PP para dárselo al PSOE.
El origen de la controversia es el respaldo institucional dado por el Ayuntamiento de la ciudad y la Fundación Euroárabe a la celebración, con motivo del fin del Ramadán, de un rezo colectivo de los musulmanes vecinos de Granada en los jardines donde se alza la Virgen del Triunfo.
Cordura laica
Granada Laica ha intentado poner un poco de cordura laica en el debate, pero, a la vista de los derroteros que ha tomado el mismo, no parece que lo haya conseguido. La tesis de la asociación laicista granadina es la misma, se trate de católicos o de musulmanes: las instituciones están obligada a ser neutrales en materia religiosa.
El colectivo recalcaba en una nota que tanto el Ayuntamiento como la Fundación Euroárabe son instituciones públicas y están obligadas constitucionalmente a una “neutralidad absoluta en asuntos de creencias y convicciones”.
Contra todo proselitismo
La aconfesionalidad “es muy distinta a la multiconfesionalidad que se busca cuando las instituciones se inmiscuyen no en una, sino en varias o muchas convicciones y creencias”, decía ayer en el comunicado, en el que también recordaba que su rechazo al apoyo institucional “y promoción de las festividades musulmanas” es el mismo que siempre ha mantenido “al acostumbrado apoyo y promoción de las actividades católicas” y el mismo que siempre mantendrá contra “cualquier proselitismo y sostenimiento ―o rechazo― público de dogmas, credos, doctrinas o fes particulares”.
Nacionalcatolicismo redivivo
Para Granada Laica “la evocación, por parte de algún concejal, de que la ciudad de Granada ‘juró admitir y defender la verdad teológica de la Inmaculada Concepción’ nos retrotrae a la defensa de un nacionalcatolicismo de infausto recuerdo. Es evidente –añade el comunicado– que los musulmanes tienen tanto derecho al uso regulado de ese espacio público como cualesquiera otros ciudadanos. Ese reconocimiento de la ciudad tuvo lugar en el año 1619 y, en efecto, con dicho motivo se erigió en el Campo del Triunfo el monumento a la Inmaculada Concepción.
Agravio y provocación
Para el diputado de Ciudadanos y líder del partido en Granada, Luis Salvador, el alcalde “confunde tolerancia y respeto religioso con provocación” al dar cobertura institucional al rezo musulmán. Y lo mismo piensa el PP, que asegura ser respetuoso con todas las creencias, pero en realidad lo es con unas más que con otras: “El respeto es fundamental”, sí, pero ese respeto “pasa por no herir la sensibilidad de nadie. Se ha agraviado e insultado a miles de granadinos”, clama el PP.
Por la tolerancia
En cambio, el alcalde piensa que el evento del pasado sábado a los pies de la Virgen del Triunfo para dar a conocer el Ramadán y celebrar la ruptura del ayuno fue una jornada de “convivencia” en la que participó “gente de todos los credos”, más allá de “las polémicas partidistas”.
Cuenca aclaró que la organización musulmana solicitó un espacio para llevar a cabo el evento, que ante todo fue “una invitación para conocer una cultura” y “generar espacios de convivencia” y en la que participaron personas que fueron a celebrar el fin del Ramadán, pero también “monjas” y gente que quería conocer estas tradiciones: “Independientemente del sitio, lo más importante es que prevalezca esa mezcla de culturas, de conocimiento y de tolerancia” por la que “siempre” se ha caracterizado Granada.
