El magistrado está abocado al banquillo de los acusados por un delito de prevaricación
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) inició ayer los trámites para "suspender cautelarmente de sus funciones" al juez de Familia de Sevilla Francisco Serrano, ya que el magistrado está abocado al banquillo de los acusados por un delito de prevaricación.
El inicio del proceso de suspensión se activa sólo un día después de que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) abriese juicio oral contra Serrano, magistrado de notable relevancia social por su papel como impulsor de una plataforma contra la Ley de Violencia de Género y figura emblemática de los detractores de las políticas de igualdad del Gobierno.
Los hechos que han situado al juez Serrano al borde del banquillo ocurrieron durante la Semana Santa de 2010, cuando el magistrado decidió prolongar la estancia de un niño de 11 años con su padre, en perjuicio de su madre, para que el pequeño pudiera salir en una procesión de Semana Santa. El TSJA considera que la resolución por la que el juez tomaba partido por el padre, sin escuchar a la madre y alterando el régimen de visitas fijado por el Juzgado 4 de Violencia sobre la Mujer, es "contraria a derecho".
El abogado del padre del niño también había ejercido antes como abogado de Serrano. El TSJA ya estimó en un auto de 27 de abril que el juez se había "dejado llevar por un prejuicio", expresó su sospecha de que Serrano sabía que no era competente para alterar el régimen e incluso insinuaba que se había prestado a un montaje junto con el abogado del padre.
Consultado por Público, Serrano prefirió ayer no hacer declaraciones y se remitió a unas manifestaciones realizadas por su actual letrado, Miguel García-Diéguez, a Europa Press, según las cuales el magistrado actuó conforme a derecho y está siendo objeto de una "estigmatización pública".
El juez Serrano
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