La asociación Movimiento Hacia Un Estado Laico (MHUEL) ha recurrido la sentencia por la que el Juzgado Contencioso Administrativo número 3 de Zaragoza amparó la presencia de crucifijos en el ayuntamiento de la capital al considerar que forman parte de la tradición y que contienen, además de una simbología religiosa, otros valores de orden histórico, artístico y cultural.
La sentencia resolvía la demanda con la que MHUEL pidió que se retirara el crucifijo del salón de plenos consistorial y del despacho del alcalde, y que los miembros de la Corporación dejaran de asistir a las procesiones.
La asociación entiende la presencia del crucifijo en el despacho del alcalde y en las sesiones plenarias, "vulnera el principio de aconfesionalidad del Estado español", por lo que suplica al Tribunal Superior de Justicia de Aragón "que deje de presidir tales actos".