El decreto del Consejo de Ministros deja fuera de las restricciones a los monumentos
Sin embargo, algunas autoridades sí están planteando el ‘apagado’ de la iluminación exterior, con el consenso de las diócesis y teniendo en cuenta a las empresas que la financian
El apagado de luces a partir de las 22 horas será efectivo en escaparates y edificios públicos que no estén en uso, con un régimen sancionador que podría ir desde los 60.000 euros a los 100 millones de euros en caso de máxima gravedad
Esta norma no influirá en los alumbrados navideños, tal y como ha aclarado la ministra de Transición Ecológica durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Quedan exentos también los alumbrados ornamentales de monumentos, siempre que no sean edificios desocupados por la noche
La pregunta es pertinente. ¿Qué ocurrirá con las catedrales, basílicas y monumentos históricos, con la entrada en vigor del Plan de Ahorro Energético del Gobierno? Y, aunque queda mucho (no en Vigo, donde ya se están comenzando a instalar), ¿habrá luces de Navidad? La respuesta, al menos por el momento (la situación vendrá marcada por la crisis derivada de la guerra de Putin y los previsibles cortes del gas procedente de Rusia), es que seguirán estando iluminadas.
Y es que el decreto de medidas de ahorro energético aprobado este martes por el Ejecutivo central, y que estará en vigor, en principio, hasta noviembre de 2023, deja fuera del ‘apagón’ a los monumentos, que seguirán estando iluminados, si bien la decisión final, en muchos de los casos, no dependerá de Moncloa, sino de los acuerdos mantenidos ente las diócesis y los ayuntamientos o gobiernos autonómicos.
Al tiempo, se habrá de tener en cuenta la opinión de las empresas que financian la iluminación de los templos, que pese a tratarse de bienes de interés cultural son propiedad privada (de la Iglesia, en este caso). El apagado de luces a partir de las 22 horas será efectivo en escaparates y edificios públicos que no estén en uso, con un régimen sancionador que podría ir desde los 60.000 euros a los 100 millones de euros en caso de máxima gravedad.
Sin embargo, esta norma no influirá en los alumbrados navideños, tal y como ha aclarado la ministra de Transición Ecológica durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Quedan exentos también los alumbrados ornamentales de monumentos, siempre que no sean edificios desocupados por la noche.
No obstante, muchas diócesis y ayuntamientos ya están negociando para ver qué hacer, pues la medida de apagado de luces, más allá de la pertinencia estética, es algo que preocupa, y mucho, a la Iglesia. Prueba de ello es Laudato Si, que propone nuevos métodos para una transición energética que, hoy, a fuerza de la guerra, parece haberse iniciado.
La primera catedral en apagarse, por voluntad propia y acuerdo con el Ayuntamiento y la Diputación de Álava, ha sido la de Vitoria. Así, la catedral vieja de Vitoria, la de Santa María, perderá su iluminación nocturna, al igual que el teatro Arriaga o el palacio Euskalduna de Bilbao. Con todo, la consejera Arantxa Tapia ha pedido que se piense en medidas “efectivas” y no “efectistas”. En Jaén o Toledo, por ejemplo, también se están apuntando medidas similares. No obligatorias, pero tal vez sí necesarias.