Con un informe pericial que demuestra que el sonido que genera la pista de pádel dentro de los domicilios supera lo que marca la ley, vecinas y vecinos de Tetuán denuncian el uso lucrativo de un espacio educativo como es el colegio San Juan Bautista.
Las pistas de pádel del colegio San Juan Bautista de los salesianos de Tetuán dan justo al dormitorio de Carmen González. Unas pista que funcionan de lunes a domingo y que permanecen abiertas hasta las 23 de la noche, con las que estos curas están haciendo caja: hasta 31 euros la hora y media pagan aquellos que las quieran usar tal y como se indica en la web Playtomic. Un uso que llena de decibelios las vidas de Carmen, su compañera de piso y todo el vecindario de seis bloques de pisos. “Nos trastoca la rutina, llega el fin de semana y antes de las 9 estamos en pie por los pelotazos. Es imposible echarse la siesta, he comprado unos tapones especiales de insonorización y ni con esas. Nos está afectando a nivel mental. Lloramos de la impotencia de haber hablado con el colegio y que no haga nada”, explica a El Salto.
Carmen es una de las vecinas que se ha puesto en pie de guerra contra estas pistas. En total una treintena de afectadas de los inmuebles que abrazan estos terrenos de juego, situados entre las calles Francos Rodríguez, Jerónima Llorente y Pamplona, han comenzado a moverse ante una nueva amenaza: ahora son dos pero ya han empezado las obras para construir otras dos. Y antes de que esto suceda, ya han presentado una decena de denuncias, han contactado con el colegio y hasta han conseguido que la concejala de distrito, Paula Gómez Angulo (PP), acuda a una de las viviendas. Informan de que han arrancado un leve compromiso para una futura medición de ruido.
Además de todo ello, han decidido pedir informes periciales por la afectación sonora pero también por la afectación lumínica, ya que las pistas cuentan con grandes focos que se cuelan hasta los dormitorios de las casas circundantes. Informes que se realizaron en el domicilio de Carmen. Los datos son claros: la pista supera los 55 decibelios que marca la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica para este tipo de actividad, alcanzando los 66 en algunos momentos. Del lado lumínico, los datos del peritaje comprueban que la luz que entra en el dormitorio de Carmen cuadruplica lo estipulado por la legislación: 46,8 lux de los 10 lux permitidos. “Las comprobaciones hechas desde nuestra ventana demuestran que los niveles están sobrepasadísimos”, se queja esta vecina.
Desde Más Madrid informan que buscando una declaración responsable de la actividad han encontrado un expediente “casualmente” iniciado el 20 de abril, tras las protestas vecinales
En medio del revuelo, una pregunta en el aire: temen que esta actividad se esté realizando sin licencia comercial en un espacio de uso educativo. Esther Gómez, concejala de Más Madrid, partido que ha llevado la problemática al pleno del pasado 8 de mayo, explica que han hecho una petición de información para aclarar qué está pasando. Relata que, buscando en la herramienta del Ayuntamiento si existe una declaración responsable de la actividad, paso previo para conseguir una licencia, han encontrado un expediente “casualmente” iniciado el 20 de abril, tras las protestas vecinales. Aún no han conseguido acceder a su contenido y están a la espera de que el Consistorio responda.
“La concejala de distrito afirma que el colegio puede realizar la actividad que desee y eso es falso. El espacio es un uso educativo, se le está dando un uso comercial lucrativo”
Mientras, la respuesta que obtuvieron en el pleno por parte de la concejala de distrito les ha dejado “preocupados” porque, aunque reconoció que las pistas estaban causando problemas al vecindario, “se limitó a decir que había estado visitando la casa de unos vecinos y que los vecinos le han dicho que mejorbse hagan mediciones cuando estén las cuatro pistas funcionando. Dan por hecho que se van a instalar otras dos pistas”, expresa Gómez. “También añadió que el colegio puede realizar la actividad que desee y eso es falso, el Ayuntamiento tiene que vigilar que las actividades que se realizan sean acordes a las ordenanzas. El espacio es un uso educativo, se le está dando un uso comercial lucrativo, no son pistas para la comunidad educativa, las alquilan para gente de fuera hasta las 11 de la noche”, expresa Gómez.
Varios años en la lucha
Esta situación, que se recrudece con la amenaza de una nueva pista, no es nueva. Ismael Morales, vecino afectado, lleva luchando contra la actividad lucrativa de los salesianos desde 2020, cuando se construyeron las pistas. “Pusimos tres denuncias en 2020. El Ayuntamiento nos dijo que estaba todo de acuerdo a derecho. Vinieron a medir y sospechosamente dio que no sobrepasaban los valores”, explica Ismael.
Este año, y tras la vuelta de Semana Santa, se percataron de que comenzaban las obras para construir otras dos pistas. Decidieron volver a la carga. Ya han puesto otras siete denuncias. “Hace dos viernes, a raíz de un tuit que puse, nos escribió el director del colegio para que fuéramos a verle. Nos recibió el director y el encargado técnico. Nos dijeron que no sabían que molestaban tanto”, relata Ismael, que hoy agrupa sus quejas en la cuenta Vecinos padel Tetuán.
“Se comportan con impunidad porque les sale a cuenta hasta la multa. Igual se llevan 2.500 euros al mes solo con lo recaudado los fines de semana”, relata un vecino afectado.
Ismael habla de “impunidad” mientras los curas salesianos continúan haciendo caja. “Se comportan con impunidad porque les sale a cuenta hasta la multa. Igual se llevan 2.500 euros al mes solo con lo recaudado los fines de semana”, relata.
Desde la Asociación Vecinal Cuatro Caminos, que han acompañado la lucha de las personas afectadas, informan que en el Plan Especial de Ordenación del colegio, al que ha tenido acceso El Salto, la parcela aparece como de uso educativo. Concretamente, y tal y como reza el plan, se encuentra calificada con el uso dotacional de servicios colectivos en su clase de equipamiento educativo privado. En cuanto a la existencia o no de licencia, esta asociación denuncia una “opacidad” por parte del Ayuntamiento que dificulta hasta encontrar si existe o no una declaración responsable de la actividad. Y asemeja la lucha de estos vecinos a la emprendida contra las cocinas fantasmas, donde la burocracia siempre ha estado en contra.
En este caso, podría hablarse de unas pistas de padel “fantasmas” que solo conocen los vecinos y vecinas que las sufren, tal y como expone Carmen. “Desde la calle no se ven las pistas, solo aparecen en una web para reservar pistas de padel. ¿Por qué no lo anuncias en google? No hay registro y desde la calle no se ven“, insiste mientras recalca que saben que enfrente tienen a un gigante: ”Estamos luchando contra la iglesia. Conseguir el triunfo no será nada fácil”, concluye.
Este periódico ha intentado contactar con el colegio San Juan Bautista y no ha obtenido respuesta a las preguntas formuladas.