El Gobierno quiere negociar el fin de la guerra civil con los extremistas islámicos
El Parlamento de Somalia de transición aprobó ayer por unanimidad la entrada en vigor de la ley islámica (sharia) en todo el país. Una medida que tiene como objetivo facilitar el inicio de negociaciones con los rebeldes –los extremistas islámicos del grupo Shebab– y poner fin a la sangrienta guerra civil.
El pasado mes de diciembre, el actual presidente somalí, el islamista moderado Sharif Ahmed, se pronunció a favor de aplicar la sharia, y el mes pasado el Gobierno de transición aprobó el proyecto de ley que ayer fue sancionado por los 340 diputados de la cámara legislativa.
En las zonas de Somalia que ya están bajo el control de Shebab — gran parte del centro y el sur del país– ya se aplica la ley islámica que entre cosas prohíbe la música y el consumo de kat, una planta euforizante de uso muy popular.
Actualmente en el país hay desplegados cerca de 3.500 soldados (ugandeses y ruandeses) que forman parte de la misión de paz la Unión Africana. Operan en la capital desde el mes de marzo del 2007. Para este jueves está previsto que se celebre una conferencia internacional en Bruselas, auspiciada por la ONU y la UE, sobre Somalia. El objetivo es dotar al país africano de ayuda financiera y hallar los mecanismos necesarios para acabar con la piratería en el Oceáno Índico.
Ayer, las autoridades belgas confirmaron el secuestro del barco Pompei frente a las costas de Somalia. El carguero, con 10 tripulantes –dos belgas, un holandés y el resto croatas y filipinos– se dirigía a las islas Seychelles. Por otro lado, un barco holandés de la OTAN liberó ayer a un pesquero que estaba en manos de siete piratas desde el pasado jueves con 20 tripulantes, todos ellos yemenís.