Un aeronave del Ejército español se ha encargado del transporte del vehículo que utilizará el Papa en su visita a España
El papamóvil en el que Benedicto XVI se desplazará el próximo 6 de noviembre durante su visita a Santiago de Compostela ha llegado hoy a bordo de un avión Hércules del Ejército al aeropuerto de Lavacolla, desde donde fue trasladado a la Comisaría de Policía en el centro de la capital.
La Conferencia Episcopal ya reconoció que considera "un negocio" la visita del Papa, que costará que costarán 3 millones de euros ("el chocolate del loro") a la administración.
El avión que transportaba el vehículo papal tomó tierra a las 15.10 horas en el aeródromo militar escoltado por efectivos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil y por personal de Aena, que se encargó del desembarque de diverso material y del papamóvil, que posteriormente fue trasladado en una grúa hasta la Comisaría.
Todas las operaciones estuvieron supervisadas por Salvador Domato, coordinador de la visita de Benedicto XVI a Santiago de Compostela, que según las previsiones eclesiásticas atraerá a unas 200.000 personas.
Para la ocasión se desplegará un dispositivo de seguridad de más de 6.000 agentes entre Policía Nacional y Guardia Civil, que estarán ayudados por las policías local y adscrita a la comunidad autónoma, así como por voluntarios de Protección Civil, del Arzobispado de Santiago y del ente público Xacobeo.
6.451 euros por minuto
Eso es lo que le costará a los gallegos las siete horas y 45 minutos que pasará el Papa en Santiago. Ese gasto encaja mal en el ajustado cinturón de los ciudadanos en esta crisis despiadada, y tampoco cuadra con el gasto previsto por la Generalitat: Benedicto XVI estará en Barcelona los días 6 y 7 de noviembre (22 horas) y sólo consumirá 1,8 millones de euros del erario catalán.
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