Carlos Osoro Sierra, hasta ahora arzobispo de Valencia, será el nuevo prelado de Madrid. Rouco, de 78 años, presentó su renuncia por edad al pontífice en 2011
El Papa Francisco ha designado este jueves al vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española y actual arzobispo de Valencia, Carlos Osoro Sierra, nuevo arzobispo de Madrid, tras haber aceptado la renuncia por edad del que ha sido prelado de la diócesis de la capital, Antonio María Rouco Varela, que este mes de agosto ha cumplido 78 años. Rouco Varela presentó su renuncia al Pontífice en agosto de 2011, después de cumplir los 75 años, una fecha que coincidió con la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Carlos Osoro Sierra nace en Castañeda (Cantabria) el 16 de mayo de 1945. Cursó, entre otros, estudios de magisterio, pedagogía y matemáticas, y ejerció la docencia hasta su ingreso en el Seminario para vocaciones tardías Colegio Mayor El Salvador de Salamanca para realizar, en la Universidad Pontificia, los estudios en Filosofía y en Teología. Fue ordenado sacerdote el 29 de julio de 1973 en Santander, diócesis en la que desarrolló su ministerio sacerdotal.
Osoro también ha sido obispo de Orense, arzobispo metropolitano de Oviedo y administrador apostólico de Santander Durante los dos primeros años de sacerdocio trabajó en la pastoral parroquial y la docencia. En 1975 fue nombrado Secretario General de Pastoral, Delegado de Apostolado Seglar, Delegado Episcopal de Seminarios y Pastoral Vocacional y Vicario General de Pastoral. Un año más tarde, en 1976, se unifican la Vicaría General de Pastoral y la Administrativo-jurídica y es nombrado Vicario General, cargo en el que permaneció hasta 1993, cuando fue nombrado canónigo de la Santa Iglesia Catedral Basílica de Santander, y un año más tarde presidente.
Además, en 1977 fue nombrado rector del Seminario de Monte Corbán (Santander), y ejerce esta misión hasta que es nombrado obispo. Durante su último año en la diócesis, en 1996, fue también director del centro Asociado del Instituto Internacional de Teología a Distancia y director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas San Agustín, dependiente del Instituto Internacional y de la Universidad Pontificia de Comillas.
El 22 de febrero de 1997 fue nombrado obispo de Orense. El 7 de enero de 2002 fue designado arzobispo metropolitano de Oviedo, de cuya diócesis toma posesión el 23 de febrero del mismo año. Además, del 23 de septiembre de 2006 hasta el 9 de septiembre de 2007 fue el Administrador Apostólico de Santander.
El Papa Benedicto XVI le nombra arzobispo metropolitano de Valencia el 8 de enero de 2009. En la CEE fue el presidente de la Comisión Episcopal del Clero durante dos trienios, de 1999 a 2005. Ha representado a la Comisión Internacional de Justicia y Paz en Lima (Perú) en el Primer Encuentro de trabajo para fijar las bases de plan docente en materia de Doctrina Social de la Iglesia en su aplicación en las Universidades que la Iglesia latinoamericana posee en el continente.
Desde noviembre de 2008 es patrono vitalicio de la Fundación Universitaria Española y director de su seminario de Teología. En la Conferencia Episcopal Española fue Presidente de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar desde 2011 a 2013. También fue Presidente de la Comisión Episcopal del Clero de 1999 a 2002 y de 2003 a 2005, fue miembro de esta Comisión desde 1997. Ha sido miembro del Comité Ejecutivo de la CEE entre 2005 y 2011. El 12 de marzo de 2014 en la CIII Asamblea Plenaria fue elegido vicepresidente de la CEE.
Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia
El Papa Francisco ha nombrado este jueves al cardenal español, Antonio Cañizares, prefecto de la Congregación Vaticana para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, nuevo arzobispo de Valencia en sustitución al actual arzobispo de Valencia, Carlos Osoro Sierra.
El 9 de diciembre de 2008, Benedicto XVI nombra al cardenal arzobispo de Toledo y primado de España, doctor Antonio Cañizares, como nuevo prefecto de la Sagrada Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, nuevo cargo que compagina con el de arzobispo administrador apostólico de la Archidiócesis de Toledo, y del que tomó posesión el 11 de diciembre de 2008, en un acto privado, dos días después de anunciarse su nombramiento.
El 16 de diciembre de 2013 es confirmado como miembro de la Congregación para los obispos, mientras que el 15 de enero de 2014 es confirmado como consejero de Pontificia Comisión para América Latina.
Rouco, corazón "dividido" entre Santiago y Madrid
Por su parte, el cardenal Antonio María Rouco Varela nació el 20 de agosto de 1936 en Villalba (Lugo), desarrolló sus estudios sacerdotales en el Seminario de Mondoñedo y fue ordenado sacerdote en marzo de 1959 en la Catedral Vieja de Salamanca. Ese mismo año se trasladó a Múnich para profundizar en sus estudios de Derecho y Teología y en julio de 1964 se doctoró con la tesis 'Iglesia y Estado en la España del siglo XVI'. A su vuelta de la ciudad alemana, ejerció como profesor de Teología Fundamental y Derecho Canónico en el Seminario de Mondoñedo.
Rouco ha simultaneado infinidad de cargos a lo largo de su carrera eclesiástica El cardenal Rouco ha sabido simultanear su cargo como arzobispo de Santiago con muchas otras tareas, como la de ser miembro de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española desde 1984, y del Comité Ejecutivo desde 1993; y presidente de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades. El 28 de julio de 1994, Juan Pablo II, le nombró arzobispo de Madrid sustituyendo así al cardenal Angel Suquía, y el 21 de febrero de 1998, el Papa Juan Pablo II le ordenó cardenal de la Iglesia Católica en un acto litúrgico celebrado en la Plaza de San Pedro de Roma junto con otros diecinueve cardenales. También recibió la titularidad de la iglesia romana de 'San Lorenzo en Dámaso'.
Fue presidente de la Conferencia Episcopal desde 1999 hasta 2005 y desde 2008 hasta 2014. Además, en la CEE, ha sido presidente de la Junta Episcopal de Asuntos Jurídicos (1981-1990); de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades (1990-1993) y miembro del Comité Ejecutivo desde 1993.
Las doce 'roucadas' de un cardenal apocalíptico
Rouco Varela tiene una visión numantina de la religión y de España. Exigía una nueva evangelización a golpe de púlpito y de BOE. He aquí sus frases célebres.
El cardenal Antonio María Rouco Varela siempre está en la foto. Se mire por donde se mire a través de la cámara, tiene esa capacidad de situarse allí, en el centro del acto, y saludar al poder, terrenal y político. Es como Wally, en versión eclesial.
Siempre en primera línea, y siempre exhibiendo sus poderes ante sus homólogos: los ‘kikos', que lo han seguido cual estela de cometa allí donde haya un acto de masas y se precise enseñar músculo espiritual.
Pero el poderoso arzobispo de Madrid perdió fuerza con la llegada del Papa Francisco. Hasta el punto de que se enteró por la prensa del nombre de su sucesor al frente de la diócesis de Madrid: Carlos Osoro, actual vicepresidente de la Conferencia Episcopal.
Hasta la llegada del nuevo papa, Rouco era quien mandaba con mano férrea en Madrid, y en los nombramientos de los obispos. Rouco se enteró el pasado 26 de julio, al día siguiente de que estuviera en la ofrenda de Felipe VI en Santiago de Compostela, donde estuvo en primera fila, bajo el paraguas de que era el eclesiástico de mayor rango. El Papa le envió al nuncio, el arzobispo Fratini, quien agradeció sus servicios y aceptó la jubilación del actual presidente de la Conferencia Episcopal. Él aspiraba a seguir hasta 2015.
Sus ‘roucadas' pasarán a la historia. Son fruto de una visión numantina de la religión y de España como reserva espiritual de occidente. Ese pie en pared del cardenal, exigente de una "nueva evangelización" a golpe de púlpito y de Boletín Oficial del Estado (BOE), ha aportado grandes momentos de estupor e indignación a la sociedad. He aquí una docena:
1.- Echó a desahuciados de la catedral de La Almudena. Ocurrió a finales de junio de 2012. Al cardenal Rouco no le tembló la mano a la hora de llamar a la Policía para que desalojara a un grupo de personas que se había encerrado en la Catedral de la Almudena para llamar la atención sobre "la gran estafa hipotecaria" y el drama social de los desahucios.
Meses más tarde, cuando ya el drama se había extendido como un cáncer y ocupó las portadas de los telediarios ya que una mujer se había arrojado al vacío instantes antes de ser desahuciada, el cardenal pidió una solución "justa, equitativa y solidaria" al "angustioso" problema de los desalojos.
2.- La crisis económica es por "el olvido de Dios". Ni los bancos, ni las burbujas, ni la avaricia de los poderosos enriquecidos al amparo del BOE y de los favores políticos. Rouco defendió que la crisis se debe al "olvido de Dios". "Las causas no son de carácter exclusivamente económico ya que en su origen también hay causas de naturaleza ética, moral y espiritual". Con los recortes y ajustes puestos ya en marcha, pidió "espíritu de sacrificio" para afrontarlos.
3.- El 15-M está formado por jóvenes con ‘vidas rotas'. Llegó a explicar el movimiento de indignados del 15-M como fruto del "olvido de la tradición cristiana", que impacta en los jóvenes, "como estamos viendo estos días con el fenómeno del 15-M de la Puerta del Sol". Y como "no conocen a Cristo", "se encuentran con sus vidas rotas": si "las soluciones temporales y materialistas no funcionan, como no están funcionando, el fracaso está servido, y la rebelión también, y el desconcierto todavía más".
4.- Mirar en el interior, y no en el botellón. Rouco Varela cargó contra el botellón para señalar que los jóvenes españoles que lo practican deben volver su mirada al interior y a Dios porque "en el fondo de su alma" tienen una vida de amor y oración.
5.- Juan Carlos I, fuente de inspiración. Carta de felicitación de Rouco Varela dirigida al entonces rey con motivo de su 75 cumpleaños, allá por enero de 2013: "En un momento lleno de no pocas y serias dificultades de diverso orden, España puede encontrar en los años de vuestro reinado motivos de inspiración para mirar adelante con fortaleza"…
6.- Internet propaga fórmulas de vida "menos acorde a la dignidad humana". Internet y las redes sociales tampoco se libraron de sus críticas. Reconoce que son instrumentos "poderosísimos" para informar y comunicar acontecimientos mundiales, pero también propaga fórmulas de vida "menos acordes a la dignidad humana" que exponen a los jóvenes al "todo vale", a la vida "virtual" que ofrecen las redes sociales y a la "incertidumbre".
7.- El aborto y el matrimonio homosexual son "leyes injustas". Rouco está muy contento con la contrarreforma que pretende el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, frente a la "práctica permisiva del aborto". El arzobispo gusta de alertar sobre la cultura "postcristiana" que afecta a España, con una "crisis profunda" del matrimonio y la familia y los desafíos para la protección de la vida.
Y suele lamentarse del "egoísmo, que triunfa en la vida matrimonial y familiar de España tal vez como en ningún otro campo de las relaciones sociales", frente al que insta a combatirlo mediante la educación, la formación católica y la atención pastoral. Una familia "gravemente herida, en España y en el mundo, por el individualismo hedonista y el positivismo jurídico, a los que ha conducido el alejamiento de Dios y de la verdadera humanidad".
8.- Los gays en general. Al matrimonio homosexual, y a los gays en general, ha repartido estopa siempre que ha podido. Así, días después de que el Constitucional diera su visto bueno al matrimonio homosexual, Rouco abogaba por dar a todos los niños, "con efectividad jurídica y social", la seguridad de poder contar y vivir "con su padre y con su madre, en la medida de lo realmente posible". Asimismo, instaba a la unidad entre el padre y la madre y entre los padres y los hijos; la posibilidad de tenerlos y criarlos física, psicológica y espiritualmente, "en su dignidad de hijos de Dios".
9.- "Derecho primario e intocable" a estudiar religión en los colegios públicos. En la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero. Rouco acusó al Gobierno socialista de discriminar la asignatura de religión y calificó de "héroes" a los alumnos que la elegían en los colegios públicos. El "derecho a recibir formación religiosa en la escuela es primario e intocable, es anterior al Estado y no se puede privar ni recortar, ni en la escuela pública ni en la concertada", sentenció.
10.- "Rezamos para que los gobernantes tengan una conciencia moral". Ocurrió durante la presentación de la primera Encíclica del Papa Francisco, Lumen Fidei. A preguntas de los periodistas, Rouco destacó que la iglesia pide todos los domingos "para que los gobernantes acierten, para que su conciencia sea lo más afinada y moral y espiritualmente certera, lo más justa y más solidaria posible, pero de ahí no podemos pasar"
11.- "Posible ruptura de la unidad de España". Rouco Varela utilizó la inauguración de la CIII asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal, del pasado enero, para defender el derecho a la vida, la familia tradicional y la unidad de España, en referencia al debate soberanista catalán. Destacó el "agravamiento" del problema de la "posible ruptura de la unidad de España". Y alertó del "pobre" nivel intelectual del discurso público, afectado por el "relativismo y emotivismo".
12.- Guerra Civil. Otra vuelta de tuerca ocurrió en el funeral de Adolfo Suárez. Aprovechó la homilía para advertir a las autoridades que debían superar actitudes que "pueden causar" una guerra civil y que siguieran el ejemplo del expresidente y artífice de la Transición.
Esta frase apocalíptica, pronunciada en abril pasado, supuso el colofón de la era Rouco en el catolicismo español.
Cañizares, nuevo arzobispo de Valencia, y Osoro, arzobispo de Madrid.
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