Pide una mayor influencia política de la Iglesia
COMENTARIO: Claro ejemplo de clericalismo y de la posición de Bergoglio al frente de la iglesia católica. Una cosa es dar su opinión y otra distinta es pretender que las leyes civiles tngan que ajustarse a sus creencias, o en caso contrario derogarlas. Nadie obliga a los católicos, ni en Francia, ni en ningún otro lugar a interrumpir su embarazo, a practicar una muerte digna o a celebrar matrimonios igualitarios. En cambio ellos si que quieren imponer sus normas al conjunto de la sociedad. Luego son los laicistas los intolerantes.
El Papa Francisco se ha reunido este sábado con una delegación de senadores y diputados franceses a los que ha lanzado un mensaje claro: que no duden en 'derogar' las leyes si es necesario para "proporcionar una calidad vital que eleve y ennoblezca a la persona".
El Pontífice se refería así a toda legislación francesa que pueda considerarse contraria a los principios de la Iglesia católica, como la que alude al aborto, la eutanasia o el matrimonio gay.
"El principio de laicidad que rige las relaciones entre el Estado francés y las diferentes religiones no significa la exclusión de la religión de la esfera social", ha añadido. Además, ha hecho hincapié en que la Iglesia "quiere aportar su contribución en temas profundos que se dedican a una visión más completa de la persona; no sólo "a nivel antropológico o social, sino también en los ámbitos político, económico y cultural".
El Papa añade así más fuego a la polémica desatada tras entrar en vigor la ley que permite el matrimonio homosexual en Francia y que ha motivado sonoras manifestaciones y disturbios.
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