El vicario general de la Diócesis de San Sebastián, Juan María Olaetxea, ha informado de que la Diócesis donostiarra rentará parte de su patrimonio inmueble en la ciudad con el objetivo de lograr su “autofinanciación sostenible”.
En un artículo remitido por la Diócesis, Olaetxea explica que el pasado domingo se comunicó esta decisión a los fieles coincidiendo con el Día de la Iglesia en el que, además, se les informó de las cuentas económicas y balance económico de la Iglesia guipuzcoana.
En este contexto, ha señalado que “hace tiempo que nuestra Iglesia tomó el firme compromiso de caminar hacia la autofinanciación, y en el momento presente seguimos repensando las distintas formas de llevar a cabo ese compromiso”.
De este modo, durante este curso la Diócesis de San Sebastián acometerá un proyecto de reestructuración patrimonial, con el objetivo de “rentar una parte de nuestro patrimonio inmueble, con la finalidad de generar unos ingresos sostenibles que permitan el mantenimiento del patrimonio religioso”, ha indicado el vicario.
Según ha explicado, el primer paso de esta reestructuración patrimonial será el traslado de la sede del Obispado al edificio del Seminario.
Además, se acondicionará la vivienda y el despacho del obispo en la Catedral de El Buen Pastor con el fin de rentar los patrimonios de las calles Zabaleta 5 y de Urdaneta 10 de San Sebastián. Olaetxea ha subrayado la apuesta de la Diócesis por “redimensionar” su patrimonio eclesial, con el fin de “ser más austeros en la utilización” del mismo.
Al respecto, ha indicado que, por ejemplo, el edificio del Seminario, en el barrio del Antiguo, “fue pensado en su día para una cantidad de seminaristas que no es pensable actualmente” y, por tanto, “puede albergar perfectamente” las instalaciones que utiliza el obispado de San Sebastián en Gros. “Igualmente, la residencia de sacerdotes ancianos que anteriormente estaba ubicada junto a la catedral, ha sido ya unificada con la residencia ubicada dentro del propio Seminario”, ha añadido.
Donaciones
Por otro lado, ha puntualizado que en las donaciones de fieles a Cáritas, Misiones y Evangelización diocesana, sea en forma de legados o con la aportación de dinero, “lo hacen especificando el destino de su ayuda, bien sea a la obra de Cáritas, bien sea a las Misiones, o bien sea a la tarea ordinaria de la evangelización como es el caso de los dos patrimonios de los que estamos hablando”.
“Las tres finalidades señaladas (Cáritas, Misiones, Evangelización diocesana) tienen su autonomía en cuanto a la organización económica se refiere, lo cual no quiere decir que no exista una colaboración estrecha entre las tres dimensiones eclesiales”, ha apuntado.
Asimismo, ha indicado que aunque no se excluye “la posibilidad de vender un patrimonio eclesial que haya quedado en desuso en la tarea de la evangelización”, en algún caso “puntual”, la intención es “apostar por el criterio de sostenibilidad”, por lo que se ha optado por rentar los inmuebles, de manera que se garantice “el futuro y no solo el presente de la vida de la Iglesia”.
Finalmente, ha indicado que otras Diócesis como la de Bilbao ya “han integrado en su plan económico recursos hosteleros similares” y sus experiencias “positivas” serán “tenidas en cuenta”.
“Es una decisión que va en contra de la gran mayoría de la diócesis”, denuncian
El sentir en el seno de la comunidad religiosa de Gipuzkoa por la decisión del obispo Munilla es de desolación, tal y como recoge el diario Noticias de Gipuzkoa. “Es una decisión que va en contra de la gran mayoría de la diócesis”, explica una de las distintas voces consultadas por dicho diario y conocedora de las entretelas de la Iglesia guipuzcoana, que asegura que al poco de su nombramiento, el obispo “llegó con el mensaje de que había números rojos y ahora se explican aquellas palabras. Esto estaba planificado”, asegura.
Se reprocha al obispo que estas operaciones económicas representan un “cortocircuito” entre el mensaje del Papa Francisco y la acción de Munilla y su gobierno.
“En lugar de poner la diócesis al servicio de los emigrantes, de los refugiados, de las personas que están solas… lo que se transmite a la sociedad con esta operación es que a esta diócesis solo le preocupa sacar rentabilidad económica al patrimonio, que lo importante es hacer dinero. Es un testimonio contrario al evangelio“, subrayan. Para estos fieles, el objetivo de Munilla es “acabar con el modelo de Iglesia al servicio del evangelio” que ha caracterizado a su organización en Gipuzkoa hasta su llegada, mandato bajo el que ha impulsado “un modelo eclesial preconciliar”.