José Ignacio Munilla admite que el 50% de los jóvenes no cree en Dios: “El nivel de increencia ha aumentado” La Conferencia Episcopal celebrará en noviembre en Valencia “un congreso de misión”
COMENTARIO: La iglesia católica está en su derecho a predicar su doctrina, a ejercer su proselitismo. Lo que no tiene derecho es a jugar con ventaja. La ventaja que le otroga el confesionalismo del gobierno, de la judicatura,… que actúan en función de sus intereses; la ventaja que le otorga contar con el pago por parte de todos de su ejército de curas, clérigos y catequistas; la ventaja que le otroga la financiación con dinero público de 11.000 millones de euros para su labor pastoral de todo tipo, incluido el congreso que ahora preparan; la ventaja que le otorga el poder simbólico y mediático para ejercer su dominio sobre las conciencias,… y pese a ello, el 50 % de los jóvenes ya no cree en su dios. ¡Hasta cuándo tanto privilegio!
“No creo en Dios como me lo enseñaron en el colegio”, dice un apuesto muchacho en el vídeo con que la Conferencia Episcopal Española (CEE) anuncia la celebración, la primera semana de noviembre en Valencia, del primer Congreso Nacional de Pastoral Juvenil. La frase resume lo que el obispo de San Sebastián y responsable del departamento de Juventud en la CEE, José Ignacio Munilla, llama “emergencia educativa”. Según sus datos, en torno al 50% de los jóvenes dice no creer en Dios. “En los últimos años el nivel de increencia ha aumentado”, añadió esta mañana en un encuentro con periodistas. "Hemos visto unos datos tremendos de que España está a la cabeza del fracaso escolar en Europa, pero si hubiera otro índice de fracaso afectivo y familiar, igual comprobábamos que los dos son muy parejos y uno responde al otro y el otro al uno", ha puntualizado. Con el congreso juvenil, continuación de la exitosa Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) del año pasado, los obispos intentan frenar la sangría. “Es un congreso de misión. España necesita ser misionada”, sentenció Munilla.
Apenas hace un año, los obispos se vanagloriaron de que su asignatura de catolicismo en las escuelas “da las claves para comprender las raíces de nuestra cultura y de la propia personalidad, así como el sentido de la vida y la grandeza de la fe cristiana”. Munilla, en cambio, reconoció esta mañana que los jóvenes no conocen a la Iglesia católica ni a Jesucristo, pese a que hay millones de chicos estudiando en las escuelas católicas. Un dato de desafección es que abundan los bautizos y las primeras comuniones, como actividad social muy arraigada, pero descienden cada año las confirmaciones, el sacramento en el que, ya sin parafernalia alguna, el bautizado en comunión confirma si sigue con su iglesia.
El congreso de Pastoral Juvenil va dirigido a animadores, catequistas, formadores y monitores de pastoral juvenil en España. Se celebrará en Valencia, del 1 al 4 de noviembre, bajo el lema “También vosotros daréis testimonio”. Ya se han inscrito más de 1800 personas, pero los organizadores esperan reunir a 10.000.
Lo que buscan los prelados en Valencia es un lenguaje y una sensibilidad para conectar con los jóvenes del siglo XXI, además de “impulsar el entusiasmo misionero en un momento de gran secularización de España, acentuado por la grave crisis moral, social y económica que padecemos y promover nuevas expresiones evangelizadoras”.
Entre los ponentes del congreso juvenil, figuran el arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, y el cardenal Stanislaw Rylko, ex secretario del papa Juan Pablo II y ahora presidente del Pontificio Consejo para los Laicos. Su tema (La pastoral de jóvenes ante la emergencia educativa moderna: el magisterio de Benedicto XVI) coincide con la preocupación por otra emergencia, la afectiva, de la que se ocupara el obispo Munilla.
El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla. / Javier Etxezarreta (EFE)
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