El obispo de la diócesis australiana de Broome, Mons. Christopher Saunders, dejó temporalmente su cargo luego de que el Vaticano anunció una investigación exhaustiva debido a las serias acusaciones de abuso sexual de menores.
Desde octubre de 2018, el obispo de 70 años también viene siendo investigado por la policía.
El Arzobispo de Perth, Mons. Timothy Costelloe, metropolitano de la provincia eclesiástica, anunció en una carta del martes 10 de marzo que Mons. Saunders se hacía a un lado de sus responsabilidades de forma voluntaria.
El Obispo emérito de Wollongong, Mons. Peter Ingham, fue nombrado visitador apostólico para la Diócesis de Broome.
“La Santa Sede, consciente de la situación particular en la Diócesis de Broome y preocupada por el cuidado pastoral del clero, religiosos y laicos de la diócesis, nombró al reverendísimo Peter Ingham”, escribió Mons. Costelloe el 10 de marzo.
“El Obispo Christopher Saunders, para permitirle al visitador apostólico la libertad de llevar a cabo sus deberes, se ha apartado voluntariamente de la administración ordinaria de la diócesis durante la visitación. El funcionamiento diario de la diócesis será responsabilidad de Mons. Paul Boyers”, precisa en la carta.
Mons. Saunders fue acusado por primera vez de abuso sexual hace aproximadamente un año y medio. Al parecer no se han presentado cargos en su contra y niega todas las acusaciones.
Esta semana el obispo acusado le dijo a un reportero de Channel Seven TV de Australia que “sin ninguna reserva, sin ninguna duda, eso [abuso] nunca ha sucedido y nunca sucederá”.
No se han publicado detalles sobre las demandas, aparte de que las dos presuntas víctimas son hombres. La supuesta fecha, el lugar y la naturaleza del abuso no se han divulgado públicamente y la policía de Australia Occidental dijo a los medios locales que no podía hacer ningún comentario.
Mons. Saunders fue ordenado sacerdote para la Diócesis de Broome en 1976. En 1989, se convirtió en administrador diocesano y fue nombrado obispo de Broome en 1995. Tiene 70 años.
Esta no es el primer obispo australiano en enfrentar acusaciones relacionadas con el abuso sexual de menores.
El Cardenal George Pell fue condenado por abuso sexual en diciembre de 2018 y sentenciado a seis años de prisión. Niega las acusaciones y actualmente está apelando su caso ante el Tribunal Superior de Canberra.
En 2018, un juez de distrito revocó la condena del Arzobispo Philip Wilson, que había sido acusado de haber encubierto abusos sexuales contra menores en la década de 1970.
El juez de la corte del distrito de Newcastle, Roy Ellis, dijo el 6 de diciembre que la Corona no había probado más allá de una “duda razonable” que el Arzobispo Wilson no denunció el abuso cometido por el P. James Fletcher.