Valiéndose del antecedente del pañuelo verde de la Campaña Nacional por el derecho al aborto legal seguro y gratuito, que hoy se encuentra instalado en toda la sociedad, inspirado en el pañuelo blanco de las Abuelas de Plaza de Mayo, símbolo de lucha en Argentina, ya recorre las redes sociales un pañuelo naranja que se suma para visibilizar, difundir y viralizar la consigna “separación de la iglesia del Estado, una batalla que empezó hace mucho tiempo y que quizás nosotros no veamos sus resultados”.
“La idea del armado del pañuelo para la Campaña Nacional por un Estado Laico surgió como necesidad de unir fuerzas”, explica Taty Barranco, quien fue la encargada de armar el grupo y tratar de conciliar las diferentes posturas que fueron surgiendo mientras la discusión se abría. En menos de dos días, el grupo ya contaba con más 25 mil participantes, y, tres días después, llegaron a un acuerdo y nació el primer pañuelo que simbolizará la lucha a nivel nacional.
“Ya sabemos que la iglesia no sólo presiona para intervenir en el armado y la sanción de las leyes sino también para entorpecerlas y seguir reproduciendo el patriarcado más retrogrado y machista, en un momento que ya no tiene cabida”, asegura Barranco quien es militante feminista.
“Me parece que es muy importante el impacto visual en las calles de una insignia como es el pañuelo para difundir la lucha y mostrar que estamos acá y no vamos a dar ni un paso atrás, porque se va a caer o lo vamos a tirar. Ya no tenemos miedo”, sostuvo la coordinadora del grupo y agregó que “también existen grupos, páginas y agrupaciones que están trabajando la campaña desde un marco teórico legal. Nuestra iniciativa vendría a sumar a una lucha que ya está en marcha. Y creo que el armado del grupo ha viralizado con una fuerza notable la causa. Ya eso con eso me siento satisfecha”, cerró la joven.
En la descripción del grupo donde se comenzó a gestar esta insignia argumentan que “necesitamos un estado laico, que nos asegure educación sexual integral, conciencia social, una salud pública sin prejuicios moralistas, una sociedad más igualitaria, justa y avanzada”.
Además, se menciona la gran presión que la iglesia católica está ejerciendo para que la ley de interrupción voluntaria del embarazo no sea aprobada en la Cámara de Senadores. “Somos conscientes que estamos en una lucha importante e histórica como lo es la legalización del aborto. Pero sabemos que la iglesia es uno de los mayores impedimentos para lograr que el aborto sea seguro, legal y gratuito”.