Las asociaciones educativas opositoras han dicho que la decisión podría favorecer el proselitismo político en las aulas
Con el nombre de Hugo Chávez se fundan barrios de invasiones y se nombran autopistas recién inauguradas por sus sucesores. En los nuevos libros de texto de historia se dedican varias páginas a su carrera. Y desde el próximo año escolar, que comienza a mediados de septiembre, las fechas de su nacimiento y muerte, el 28 de julio y el 5 de marzo, serán una efeméride de obligatorio cumplimiento en las escuelas venezolanas, según una reciente resolución del Ministerio de Educación.
La decisión, publicada en la Gaceta Oficial del 4 de septiembre, es una apuesta más por convertir al líder de la autodenominada revolución bolivariana en un nuevo prócer venezolano. Las asociaciones civiles educativas opositoras al Gobierno han dicho que es una decisión que no ha sido consultada y consideran que la medida favorecerá el proselitismo político en las aulas.
Según el decreto, los alumnos deberán presentar un tema durante la semana de celebración del personaje (Chávez), y efectuar actividades alusivas a él. El personal directivo de la escuela es responsable de garantizar los actos sin que ello implique que sea un día festivo.
Civiles sobresalientes
La decisión es coherente con la línea chavista de rescatar a civiles con trayectoria destacada. Entre ellos está el inventor de la vacuna contra la lepra, Jacinto Convit, y figuras que considera como sus abrevaderos: Ezequiel Zamora, protagonista de la Guerra Federal (1859-1963) e impulsor de la reforma agraria; mártires comunistas como Alberto Lovera, asesinado por la policía política durante el gobierno de Raúl Leoni; o el expresidente nacionalista Cipriano Castro (1899-1908), quien se enfrentó al bloqueo de Alemania, Inglaterra y otras potencias por el impago de su deuda externa. Castro pronunció una frase muy usada por el expresidente Chávez contra Washington: “La planta insolente del extranjero ha profanado el sagrado suelo de la patria”.
Algunos historiadores consideran que aún es muy pronto para evaluar el impacto del legado de Chávez. Durante los gobiernos que antecedieron al fallecido presidente, entre 1958 y 1998, los libros de historia desarrollaban los hitos más destacados del período presidencial y se mencionaba al presidente de turno como uno de sus artífices. En el calendario de efemérides chavista ninguno de ellos está presente.