Las obras para acondicionar la zona costarán unos ocho millones de euros
Histórica decisión la que ha tomó ayer el Gobierno israelí al aprobar la creación de un espacio en el Muro de las Lamentaciones donde mujeres y hombres puedan rezar juntos. La medida se interpreta en Israel como un guiño del Ejecutivo del primer ministro, Benjamín Netanyahu, a la comunidad judía estadounidense, más liberal y reformista y que, hoy por hoy, supone un gran apoyo económico a todos los niveles.
El llamado plan Mandelblit contempla la creación de una tercera zona de rezo mixta —adyacente a las ya existentes en las que oran hombres y mujeres por separado— y que además terminará con el monopolio del rabinato en el lugar más sagrado para los judíos, porque no estará supeditada a su autoridad sino que su gestión dependerá de un comité gubernamental y de líderes no ortodoxos.
“Una justa y creativa solución”, en palabras de Netanyahu que ha tenido que enfrentarse a parte de sus socios de Gobierno para poder sacar la medida adelante. “Son un grupo de payasos apuñalando la Torah. Nunca reconoceremos a un grupo de payasos ni en el Muro de las Lamentaciones ni en ningún otro lugar”, aseguró nada más conocer la noticia Moshe Gafni en declaraciones aWalla News. Gafni, que pertenece al partido ultraortodoxo Judaísmo Unido de la Torah, además preside el comité de Finanzas del Parlamento israelí, con lo que se espera intente bloquear la asignación de fondos para el proyecto.
Para ejecutar las obras de rehabilitación de la plaza del Kotel —Muro de las Lamentaciones— y crear el nuevo espacio, llamado Azarat Yisrael, harán falta unos ocho millones de euros. La mayoría tendrá que salir del presupuesto del Gobierno israelí, aunque se espera que la Agencia Judía participe con unos dos millones.
Las mujeres del grupo feminista y reformista judío Nasot Ha Kotel (Mujeres del Muro de las Lamentaciones) que llevan años peleando por tener en el lugar su propio espacio de oración al margen de la ortodoxia, se felicitaban ayer por haber ganado una batalla que les ha costado numerosas detenciones desde su nacimiento en 1988. “Se trata de una revolución para las mujeres y para el pluralismo judío en Israel”, escribían ayer en Facebook.