Otras 94 personas están encausadas por el crimen y también por delitos de terrorismo.
La Fiscalía de Kenia acusó este martes de homicidio involuntario a Paul Mackenzie, el líder de la secta la Iglesia Internacional de la Buena Nueva, que presuntamente persuadió a casi 430 personas a ayunar hasta morir para encontrarse con Jesucristo.
En una corte de la ciudad costera de Mombasa, la Fiscalía se demoró más de cuatro horas en leer, uno a uno, los 238 cargos de homicidio voluntario contra Mackenzie y otros 94 coacusados, algunos de los cuales también se enfrentan a cargos de terrorismo, informaron los medios locales.
Los sospechosos comparecieron ante el magistrado de Mombasa, Alex Ithuku, y tanto el líder de la secta como sus supuestos compañeros se declararon inocentes.
Está previsto que las autoridades de Kenia acusen también a Mackenzie y a decenas de sus cómplices de torturas y agresiones contra niños, entre otros delitos, el próximo mes de febrero.
Mackenzie es el presunto responsable de la conocida como masacre de Shakahola, en referencia al nombre del bosque del condado costero de Kilifi donde fueron encontrados en fosas comunes y tumbas la mayoría de los cerca de 430 cadáveres de su seguidores, muchos de ellos niños, a mediados de 2023.
El líder religioso convenció a los fieles de su iglesia de ayunar hasta morir, bajo la promesa de que así se encontrarían con Jesucristo.
Las autopsias realizadas posteriormente mostraron que, además de los rastros de inanición en todos los cuerpos, algunos tenían también signos de estrangulación y asfixia.
Así, las investigaciones de la Policía apuntan a que los fieles eran forzados a seguir con el ayuno aunque quisiesen abandonarlo.
Las autoridades kenianas arrestaron a Mackenzie el pasado 14 de abril y ha estado privado de libertad junto con cerca de treinta coacusados.