INTRODUCCIÓN
En este libro voy a tratar de exponer los elementos conceptuales que considero esenciales para la construcción de una nueva ética cívica de carácter laico que pueda servir de soporte para vertebrar la convivencia en las actuales democracias. La vocación universalista de esta ética cívica y laica me lleva a pensar que este tipo de principios y valores éticos deberían ser puestos en práctica en cualquier tipo de sociedad, aunque considero que hoy día es mucho más difícil implantarlos en aquellas sociedades autoritarias que poseen elementos teocráticos muy definidos en su configuración política y cultural.
Para entender correctamente cuál es el actual significado que hoy tienen en España y en el mundo los conceptos de laicismo y de laicidad, es conveniente recorrer antes en la historia de España las épocas en las que el laicismo liberal y el laicismo socialista adquirieron relevancia política, social y cultural en la sociedad española.
En primer lugar, nos referiremos al siglo XIX, un siglo en el que algunos ilustrados liberales españoles defendieron con vigor las ideas laicistas y su aplicación a la configuración del Estado y del sistema educativo español. Entre las figuras que merecen ser estudiadas en esta época están sin duda Antonio Gil de Zárate (1793-1861) y sobre todo Francisco Giner de los Ríos (1839-1915).
La segunda concepción del laicismo que tuvo cierto éxito en España sucedió durante la 2ª República (1931-1936) y tuvo como mejores representantes a Rodolfo Llopis (1895-1983) y a Fernando de los Ríos (1879-1949). Ese tipo de laicismo republicano podría ser denominado laicismo socialista pues en él se conjugaron los principios del laicismo liberal con las exigencias del socialismo en materia de igualdad social y económica en todos los ámbitos de la vida y en una época en que la desigualdad social y económica era muy acusada en España.
En los tiempos actuales en los que el hecho multicultural preside toda la vida social y cultural de nuestras democracias occidentales, la laicidad y el laicismo constituyen la mejor y única garantía de convivencia pacífica entre ciudadanos diversos y la única posibilidad de tolerancia democrática y de no exclusión para todos los ciudadanos de un país. Por eso la actualización de los conceptos claves de la laicidad y su aplicación al laicismo del siglo XXI es una exigencia ineludible ya que las religiones siguen jugando un papel esencial en la vida de millones de personas y en la acción política de muchos gobernantes. Ese laicismo intercultural es todavía algo en construcción y las claves conceptuales del mismo necesitan todavía ser analizadas y consensuadas entre todos.
El libro termina con una reflexión acerca de los derechos humanos, su fundamentación, su alcance universal, su significado en el mundo actual y su relación con el laicismo como posible código ético universal.
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Luis María Cifuentes Pérez. Catedrático de Filosofía