Sébastien Vincini, presidente del consejo departamental de Alto Garona, afirma la importancia de la educación para promover y preservar el laicismo republicano.
Casi 120 años después de su inclusión en los textos de la República, ¿sigue siendo el laicismo un modelo operativo en nuestra sociedad?
El laicismo es un principio esencial de nuestra República, universal y atemporal. A menudo se malinterpreta o se utiliza políticamente y eso es lamentable. Debemos entender que el secularismo es un principio que nos protege a todos, creyentes y no creyentes. Garantiza la libertad de conciencia y la libertad de culto respetando el orden público. Es ella quien nos permite vivir juntos. Como decía Jean Jaurès, el laicismo no es un arma antirreligiosa ni un principio de neutralidad prudente. Por otra parte, es un principio vivo, que debe vivir con los tiempos permaneciendo fiel a su espíritu original. La ley de 1905 sobre la separación de la Iglesia y el Estado también ha sido completada en varias ocasiones, como en 2004 para prohibir el uso de símbolos religiosos ostentosos en la escuela o en 2010 para prohibir la vestimenta que cubra completamente el rostro en el espacio público.
¿La encuesta de opinión realizada por el consejo departamental le tranquiliza sobre el apego de los ciudadanos a este concepto?
Sí, este estudio demuestra que en Alto Garona, más que a nivel nacional, existe un fuerte apego al laicismo y una buena comprensión de este principio y de su aplicación concreta. Por otra parte, también revela la preocupación del Alto Garona por el aumento de la intolerancia, el retraimiento comunitario y la discriminación. Ante estas amenazas, nunca debemos ceder, nunca debemos rendirnos.
¿No le preocupa el surgimiento del comunitarismo que cristaliza en torno a creencias y tradiciones religiosas?
Por supuesto, el auge del comunitarismo es siempre una señal muy preocupante para nuestra sociedad. Vivimos tiempos complicados, atravesados por numerosos conflictos y repetidas crisis sociales que cristalizan todas las tensiones. Necesitamos unidad nacional, y ésta sólo puede lograrse en torno a los valores fundamentales de nuestra República. Como funcionarios electos en particular, tenemos el deber de hacer realidad estos valores en los territorios. En el consejo departamental, este es el significado de muchas de nuestras acciones, como los Encuentros de Laicidad organizados cada año alrededor del 9 de diciembre, que ofrecen, en particular, una conferencia-debate abierta al público en general y gratuita. Este año tengo el placer de dar la bienvenida a la filósofa Catherine Kintzler. Desde 2016,
273.000 estudiantes de educación media y CM1 – CM2 participaron en actividades educativas de sensibilización sobre la Ruta Laica y Ciudadana que hemos puesto en marcha.
¿Cómo crear sociedad y preservar la convivencia?
Sabemos que la ignorancia es la madre de todos los males. Esto conduce al oscurantismo y, a veces, incluso al terror. Y si queremos combatir el problema de raíz, no hay 36 maneras: debemos educar, intercambiar, explicar una y otra vez, siempre que sea posible, siempre que sea necesario, los valores cardinales de nuestra república democrática, laica, social e indivisible.