Alfredo Martínez, Luis García Moreno, Jesús Sanz Montes, Juan Antonio Martínez, Antonio Rouco Varela y Juan Velarde. /
Alfredo Martínez, jefe de Protocolo de Felipe VI, dice que «Sus Majestades se han involucrado con ilusión y compromiso» en su visita a Asturias
La visita de la Casa del Rey a Asturias será especial por muchos motivos. Además de tratarse del primer acto oficial de la princesa Leonor, los actos programados para el próximo 8 de septiembre servirán para dar brillo al triple centenario que este año celebra el Principado y, a su vez, para «estrechar aún más los lazos de unión» entre la corona y el Real Sitio. Así lo defendió Alfredo Martínez Serrano, jefe de Protocolo de la Casa del Rey, durante su visita a los cursos de La Granda, que en la mañana de ayer versaron sobre Covadonga, sus mitos y sus realidades.
En su ponencia, Martínez Serrano repasó la vinculación histórica de los monarcas españoles con Asturias, además de aportar varias pinceladas sobre la próxima visita del día 8. Una visita que, según afirmó, servirá para «proyectarse al mundo» y que, desde hace meses, mantiene «involucrados con ilusión y compromiso» tanto a los Reyes como a la Princesa y a la Infanta.
Los actos, puntualizó, comenzarán con una visita a la Santa Cueva antes de asistir a una eucaristía en la basílica de Santa María la Real de Covadonga. A continuación tendrá lugar una ofrenda floral ante la estatua de Pelayo y la visita a dos exposiciones en el museo de Covadonga. Una recepción en el hotel Pelayo con representantes de la sociedad civil asturiana precederá, finalmente, a la inauguración del mirador de la Princesa, que se tendrá lugar por la tarde en «un enclave privilegiado» sobre el lago Enol.
En lo relativo a su disertación, el responsable de Protocolo de la Casa del Rey destacó el largo legado histórico de los monarcas españoles con esta histórica zona asturiana. Así, desde Pelayo a Felipe VI; Isabel II, Alfonso XII, Alfonso XIII o Juan Carlos I aprovecharon para acudir a la cuna del reino de Asturias por diversos motivos. «Hasta la segunda mitad del siglo XIX el Real Sitio estaba viviendo cierta decadencia. Con Isabel II, las relaciones empezaron a intensificarse tras su viaje a la cueva, a la que acudió con numerosos miembros de la corte», recordó Martínez. En esa misma visita, Alfonso XII fue confirmado «entre las tumbas de Pelayo y Alfonso I», un acto con notable valor simbólico como el que vivirá Leonor en algo más de una semana.
Para aportar una visión histórica del Real Sitio y de la batalla que marcó su historia acudieron Luis Agustín García Moreno, profesor de la Universidad de Alcalá de Henares y miembro de la Real Academia de la Historia y Alejandro Rodríguez de la Peña, historiador y profesor de la Universidad CEU San Pablo. El primero realizó un riguroso repaso por la Batalla de Covadonga y sus escasas certezas históricas. Alejado de cualquier dogma o suposición que realizan las «lecturas unitarias de la historia».
Textos árabes
Como muestra de estos debates de fechas, García Moreno sitúa la batalla de Covadonga «en torno al año 734», cuando la corriente mayoritaria la sitúa en el 722. La teoría alude a la ‘Crónica mozárabe de 754’, un texto al que pocos autores hacen referencia y habla de una derrota bélica sufrida por Abd-el-Malik en su campaña por las montañas del norte. «La historia con la que contamos de Pelayo, de todas formas, tiene coherencia en su conjunto», defendió el historiador y filólogo segoviano.
Rodríguez de la Peña, por su parte, realizó un repaso por el contexto histórico que precedió al reinado de Pelayo y al comienzo de la Reconquista. «El reino visigodo parece que se explica como un conjunto de pueblos de bárbaros a los que les hicieron un favor con la conquista árabe. Cuidado con pensar esto», advirtió el profesor de la Universidad CEU San Pablo.
El fin de la época romana supuso para Europa, eso sí, «una catástrofe similar a la de la caída de una bomba atómica», una consideración que basó en la tasa de alfabetización del territorio hispano, que se redujo del 20 al 1%. Los reinos situados en España, sin embargo, se encontraban «a la cabeza cultural de Europa» y contaban con una «especie de sentimiento identitario» que solo compartía con Italia. Figuras como el rey Sisebuto o San Isidoro, asimismo, resultaron esenciales para entender este contexto cultural en la España visigoda.
Naturaleza y arte
La residencia de La Granda seguirá hoy con el curso sobre Covadonga hablando de la unión entre la naturaleza del enclave y su arquitectura. Intervendrán Vidal de la Madrid (Universidad de Oviedo), Sergio Martínez (Seminario Conciliar de Oviedo), Javier Morillas (CEU San Pablo) y Pedro Fernández (Basílica Papal de Santa María la Mayor de Roma).