La “purísima para el pueblo”, como se conoce popularmente a la celebración que promueve el Gobierno que preside el sandinista Daniel Ortega
Miles de nicaragüenses amanecieron hoy haciendo fila en los alrededores de las diferentes instituciones del Estado para ser los primeros en cantarle a la Inmaculada Concepción de María, donde recibieron como obsequio granos básicos u otros productos de primera necesidad.
A la "purísima para el pueblo", como se conoce popularmente a la celebración que promueve el Gobierno que preside el sandinista Daniel Ortega, acuden cientos de familias de Managua, la mayoría de los estratos humildes, acompañados de sus menores hijos, en busca de un paquete alimenticio, constató Efe.
El gobierno sandinista celebra desde hace seis años la fiesta de la "Gritería", una de las más hermosas y alegres de Nicaragua, en una de las principales avenidas de Managua donde ha colocado altares improvisados.
Esa celebración gubernamental ocurre antes de que inicie la fiesta religiosa, a las 18.00 hora local (00.00 GMT del domingo) en la catedral de Managua, donde el arzobispo de esta capital, Leopoldo Brenes, dio el grito tradicional de apertura.
A esa fiesta acuden decena de miles de nicaragüenses católicos a celebrar con devoción, rezos, cantos y quema de abundante pólvora la tradicional fiesta religiosa popular de la "Gritería", en honor a la Inmaculada Concepción de María, para la cual se confeccionan miles de altares en los hogares de los creyentes de todas las ciudades de Nicaragua.
La "Purísima" o "Gritería", una fiesta religiosa y folclórica que se celebra en los 153 municipios de Nicaragua y en los lugares donde la colonia nicaragüense es numerosa como Estados Unidos, El Salvador y Costa Rica, nació el 7 de diciembre de 1857, recién finalizada la Guerra Nacional, cuando fueron expulsados filibusteros estadounidenses.
Ese día, frente a la plaza de la parroquia San Felipe, en el municipio de León, 90 kilómetros al noroeste de Managua, el sacerdote Gordiano Carranza, acompañado de una imagen de la Virgen María y ante cientos de fieles marianos, lanzó el grito de: "¿Quién causa tanta alegría?", a lo que respondió: "La Concepción de María", de acuerdo con los historiadores.
Después de 156 años el grito del sacerdote Carranza es coreado por miles de nicaragüenses que abarrotan las calles en una tradición que comienza en la puerta principal de la catedral de Managua y culmina a la medianoche de este sábado.
La actividad se celebra la noche del 7 de diciembre y consiste en recorrer las calles y visitar altares en honor a la Virgen, realizando cánticos y rezos a la vez que se grita "¿Quién causa tanta alegría?", a lo que se responde: "La Concepción de María".
A cambio de rezar y cantar, los feligreses reciben dulces, frutas, trozos de caña de azúcar y en algunos casos pequeñas bolsas con arroz, fríjoles, azúcar y otro tipo de regalos en medio de la quema de abundante pólvora.
Los protagonistas de las romerías van dotados de novenarios para cantar a la Virgen, incluso a veces amenizados por bandas filarmónicas, y también llevan bolsas para llenarlas con los obsequios que reciben.
Las demostraciones de fe a "La Conchita", como también llaman a la Inmaculada Concepción de María, se desarrollan con más intensidad en León y en Granada, 45 kilómetros al sureste de esta capital, las ciudades rivales durante la Guerra Nacional de 1856.
Esperando para recibir comida a cambio de cánticos a la Inmaculada Concepción (Foto. EFE)
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