El Ejecutivo pretende transformar el espacio religioso en un punto de reconciliación, sin cuestionar su uso como basílica
La intención de Jáuregui es contar con la colaboración de la Iglesia para transformar el Valle de los Caídos, habida cuenta de que el lugar es también una basílica y allí está instalada la orden religiosa de los benedictinos. "Ellos pueden tener interés y nosotros también en explicarles cuáles son los pasos que hemos dado en relación con la transformación del Valle de los Caídos", ha señalado Jáuregui.
"Tenemos que darle la vuelta a eso", ha señalado el ministro, en cuya opinión la Iglesia tiene que tener claro que el propósito del Gobierno no es cuestionar la presencia de los benedictinos ni el carácter religioso de ese templo para el futuro.
Jáuregui ha negado que el Gobierno mantenga negociaciones con la familia Franco para exhumar los restos y ha argumentado que esa es una cuestión que determinará la comisión de expertos. "Hasta que no conozcamos el informe de los expertos, no hay ningún tipo de intervención por parte del Gobierno, que va a tratar de ser respetuoso con el encargo que hicimos y con la discreción que hemos pedido a la comisión y al propio Gobierno en esta materia", ha garantizado.
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