Se anunció la restauración y puesta en valor de estos edificios, ambos declarados monumentos históricos nacionales, ubicados en los cementerios alemán y británico de Buenos Aires con una inversión de fondos del presupuesto nacional cercana a los 9 millones de pesos para la restauración y puesta en valor de ambas capillas.
Según explicó De Masi a Infobae, estas son “capillas de responso”, es decir, destinadas a los oficios funerarios según el rito reformado de cada cementerio: evangélica alemana una y anglicana la otra.
La capilla del Cementerio Alemán fue proyectada por el arquitecto Juan Kronfuss, lo mismo que el pórtico. Se trata de un ciudadano austrohúngaro que se radicó en la Argentina a comienzos del siglo XX. Su estilo podría definirse como neoclásico de referencias prusianas, muy sobrio. “La epigrafía en el frontis y sus pocos elementos decorativos aluden al tema funerario -dice De Masi-. Son muy valiosos sus vitrales, de tema religioso, ejecutados por la casa Mayer de Stuttgart. Fue construida en los años de la Primera Guerra mundial”.
“En cuanto a la capilla del Cementerio Británico, ésta fue proyectada por el arquitecto Sidney Follet quien había llegado a Buenos Aires desde Londres a comienzos del siglo XX. Se asoció con sus compatriotas Conder y Farmer y fueron, quizá, el estudio de arquitectura más vinculado a la colectividad británica. Diseñaron edificios para colegios, logias masónicas, iglesias, el Hospital Británico, estaciones ferroviarias, etcétera. Quizá su obra más conocida sea la terminal Retiro, que se inauguró en 1915 y reemplazó a la Estación Central que se había incendiado”, explica el arquéografo De Masi.
El estilo de la capilla es neorrománico de referencias rurales inglesas, con un toque de modernidad post art-decó. Se inauguró en 1942. Se destaca el trabajo de madera de su techo, de referencias náuticas.
El acto en el cual se anunció la restauración tuvo carácter ecuménico, con la presencia de la pastora Karin Krug de la Congregación Evangélica Alemana de Buenos Aires (CEABA), el reverendo Michael Wilkie de la Iglesia Anglicana y el presbítero Raúl Laurencena, párroco de Nuestra Señora de La Piedad.
El gobierno nacional estuvo representado por el ministro del Interior Rogelio Frigerio, de cuya cartera saldrán los fondos para la restauración de los dos templos.
Se trata de una restauración general y puesta en valor de ambos edificios. En el caso de la capilla alemana se incluirán los vitrales; en el de la británica, se incluirá la cripta subterránea. Tras muchas demoras, ya que el proyecto se tramita desde hace varios años, finalmente, y por primera vez, el Estado nacional destinará fondos a estos dos bienes patrimoniales.
Si no se producen nuevas demoras, las obras deberían comenzar en febrero de 2018.
Frigerio tuvo a su cargo el anuncio oficial del llamado a licitación de las obras de restauración y en su discurso destacó el valor de la diversidad religiosa implicado en el proyecto.
El acto se cerró con una bendición ecuménica por parte de los representantes de las tres confesiones presentes, evangélica, anglicana y católica, y luego por un brindis de despedida propuesto por Jimmy Bindon, presidente de la Argentine British Community Council.