El portavoz del Ejecutivo niega que las fuerzas de seguridad mataran a manifestantes
El Gobierno de Joseph Kabila ha negado que las fuerzas de seguridad mataran a manifestantes durante las marchas antigubernamentales que se registraron el pasado domingo en Kinshasa y otras ciudades del país y ha arremetido contra el arzobispo de la capital, quien este martes criticó la actuación de las fuerzas de seguridad.
En declaraciones a la prensa este miércoles, el portavoz del Ejecutivo, Lambert Mende, ha considerado que la marcha convocada por el Comité Laico de Coordinación (CLC) para el domingo fracasó en su objetivo. «Los sueños de hecatombe acariciados por los instigadores de estos desórdenes programados se han desmoronado como un castillo de naipes», ha defendido, según informa Radio Okapi.
El portavoz ha insistido en que solo hubo tres muertos durante las protestas, como ha informado la Policía, si bien los organizadores hablan de al menos doce fallecidos, once de ellos en Kinshasa, y la Misión de la ONU en el país también ha ofrecido un balance superior de víctimas mortales.
«Las fuerzas del orden no han causado ninguna pérdida de vidas humanas», ha asegurado Mende, instando a aquellos que tengan información sobre el resto de víctimas a que contacten con la Policía.
Mende también se ha pronunciado con dureza sobre los «insultos» que según él profirió el arzobispo de Kinshasa, Laurent Monsengwo. «No podemos más que denunciar, condenar y estigmatizar las acciones de los supuestos uniformados valientes que, desafortunadamente, no han hecho otra cosa que actos de salvajismo», sostuvo el arzobispo este martes.
«¿Cómo podemos confiar en líderes incapaces de proteger a la población, de garantizar la paz, la justicia y el amor de su pueblo?», planteó el jefe de la Iglesia en República Democrática del Congo.
LAS FUERZAS DE SEGURIDAD NO MERECEN LOS «INSULTOS»
En opinión de Mende, «las fuerzas de seguridad no se merecen estos insultos» ya que gracias a ellas y su «valentía los terroristas no han sembrado una mayor desolación». En este sentido, ha lamentado que con sus declaraciones el arzobispo haya «incitado a los congoleños al odio y la confrontación, desarrollando un discurso belicoso de acento combativo».
El cardenal Monsegwo también aconsejó a «los dirigentes mediocres que se marchen para que reine la paz y la justicia en RDC». A este respecto, el portavoz gubernamental ha salido en defensa de la mayoría gubernamental y ha sostenido que la crisis que atraviesa el país no tiene que ver con el Gobierno sino con «personas obstinadas en derrocar a las instituciones congoleñas para acaparar el poder por medios no democráticos».
Entretanto, el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, ha lamentado las muertes registradas durante las protestas y ha llamado a «esclarecer cualquier exceso cometido por las fuerzas de seguridad en el ejercicio de sus funciones con el fin de que los autores rindan cuentas».
Asimismo, en un comunicado ha pedido a todos los actores congoleños «la mayor contención» y que se abstengan de «cualquier acto o palabras que puedan tensar aún más la situación». Mahamat les ha instado a que trabajen para la celebración de las elecciones previstas en diciembre de este año y ha subrayado la «necesidad de crear un entorno propicio al desarrollo de comicios libres y transparentes».
