El embajador de Palestina en España, Musa Amer Odeh, ha advertido este viernes de las consecuencias negativas que tendría «para la paz y la estabilidad de toda la región» que «este conflicto político y colonial se convierta en un conflicto religioso», en alusión a la actual ola de violencia entre israelíes y palestinos.
Los enfrentamientos y protestas protagonizadas sobre todo por jóvenes palestinos han prendido en los últimos días debido a los supuestos planes de Israel de cambiar el ‘statu quo’ entre musulmanes y judíos en la llamadaExplanada de las Mezquitas de Jerusalén, que alberga la Mezquita de Al Aqsa. Israel ha negado que su intención sea tomar el control del lugar, que los judíos conocen como el Monte del Templo. Como reacción a este contencioso, comenzó una ola de ataques de palestinos armados con cuchillos. Los enfrentamientos se han cobrado la vida de siete israelíes y una treintena de palestinos.
Esta mañana, en una nueva jornada declarada ‘viernes de la Ira’ por el movimiento radical Hamas, un grupo de palestinos lanzó cócteles molotov contra la Tumba del Patriarca José, en la ciudad de Nablus (Cisjordania). Desde Madrid, el embajador palestino ha condenado este ataque: «Estamos en contra de tocar cualquier lugar santo sea cristiano, musulmán o judío. La Tumba de José es también un lugar sagrado para los musulmanes y no permitiremos que se toque ninguna entidad religiosa».
En una rueda de prensa celebrada esta mañana en la embajada palestina en Madrid, Odeh ha culpado de los nuevos enfrentamientos a la comunidad internacional «por no haber hecho lo suficiente» y por «olvidar que hay una ocupación que es la raíz del conflicto».
Según el representante diplomático palestino, «la paz y la estabilidad en la región sólo se conseguirán con el fin de la ocupación israelí y el respeto del Derecho Internacional«. Odeh se ha hecho eco de las advertencias del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abas (alias Abu Mazen), que el pasado 30 de septiembre advirtió en su intervención ante la Asamblea General de la ONU que «si Israel sigue violando los Acuerdos de Oslo, los palestinos ya no estarán obligados legalmente a ellos».
«No podemos seguir soportando tener una Autoridad Palestina que no tiene autoridad. Hemos decidido no cumplir los acuerdos que Israel no respeta. Los hemos respetado hasta hoy, pero mientras Israel no los implemente, nosotros tampoco. No queremos que nuestro destino siga en manos de la ocupación», ha incidido Odeh.
«Nuestro pueblo sufrirá aún más si deja de cumplir estos acuerdos, pero desde que el Cuarteto elaboró la Hoja de Ruta, con compromisos y obligaciones para palestinos e israelíes, nosotros hemos respetado nuestra parte, mientras que Israel nunca la ha cumplido», ha dicho. Según el embajador, «la primera obligación de Israel era detener la expansión de los asentamientos de colonos en Cisjordania y Jerusalén Este. Pero desde la Hoja de Ruta hasta hoy, la colonización se ha multiplicado por dos«.
Odeh ha evitado hablar de tercera Intifada, como ya bautizan en algunos medios a la ola de violencia desatada en el último mes en Israel y los territorios ocupados, pero ha afirmado que es «la respuesta natural y espontánea» de los «jóvenes que sufren la ocupación de Israel y que sólo han conocido la represión» y ha lanzado un llamamiento a los países occidentales y a Europa en especial para que intervengan: «Ellos pueden parar esto. No queremos más sangre, no queremos más víctimas. Queremos una paz justa y duradera».