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El derecho al aborto, revocado: investigación científica sobre sus efectos económicos y sanitarios

[El derecho constitucional al aborto ha sido anulado en Estados Unidos. El 24 de junio, el Tribunal Supremo de Estados Unidos anunció que anularía la histórica sentencia Roe contra Wade, de 1973, que protegía el acceso al aborto. Publicamos, a continuación dos artículos de la prestigiosa revista científica “Nature” sobre este tema, traducidos por viento sur]

1. El veredicto del Tribunal Supremo de Estados Unidos sobre el aborto es una tragedia. Los investigadores estadounidenses advierten de lo que está por venir.

Mariana Lenharo

Años de estudios señalan los efectos económicos y sanitarios negativos de restringir el acceso al aborto.

El derecho constitucional al aborto ha sido anulado en Estados Unidos. El 24 de junio, el Tribunal Supremo de Estados Unidos anunció que anularía la histórica sentencia Roe contra Wade, de 1973, que protegía el acceso al aborto hasta el momento en que el feto puede vivir fuera del útero, normalmente fijado en las 22 o 24 semanas de embarazo. Los investigadores de salud pública han renovado sus advertencias sobre los daños que esta decisión traerá al país.

El resultado no es una sorpresa para ellos, ya que un borrador inicial de la opinión mayoritaria se filtró al medio de comunicación Politico en mayo. «Todo lo que podría añadir en este momento es lo decepcionante que resulta ver que la opinión mayoritaria, al igual que el borrador filtrado, ignora el hecho de que hay pruebas científicas sólidas de que esta decisión perjudicará a las mujeres», afirma Caitlin Myers, economista del Middlebury College de Vermont que ha estudiado las repercusiones financieras de la restricción del aborto.

El alto tribunal emitió su decisión en relación con el caso Dobbs contra la Jackson Women’s Health Organization, en el que la única clínica de Mississippi que practica abortos impugnó una ley estatal de 2018 que prohibía la mayoría de los abortos después de las 15 semanas de embarazo. La ley, argumentaba la clínica, se oponía directamente a Roe.

El fallo de 6 a 3, cuyo autor es el juez conservador Samuel Alito, afirma que: «Roe fue atrozmente erróneo desde el principio. Su razonamiento era excepcionalmente débil, y la decisión ha tenido consecuencias perjudiciales».

Con la anulación de Roe contra Wade, el derecho al aborto quedará ahora en manos de cada uno de los estados de Estados Unidos. Veintiséis estados tienen la certeza o la probabilidad de prohibir el aborto, según el Instituto Guttmacher, una organización de investigación que apoya el derecho al aborto. De ellos, 13 cuentan con «prohibiciones desencadenantes» (trigger bans), es decir, leyes que entrarán en vigor inmediatamente o mediante una rápida acción estatal.

Investigadores de salud pública y economistas presentaron ante el Tribunal Supremo pruebas que demuestran que restringir el acceso al aborto tiene consecuencias negativas para las mujeres embarazadas, que corren un mayor riesgo de sufrir problemas de salud física y mental cuando se les niega el aborto, y para la salud de los niños 1/. «Sabemos por otras restricciones severas en estados como Texas lo que ocurre cuando se restringe el acceso al aborto», dice Liza Fuentes, investigadora científica senior del Instituto Guttmacher, con sede en Nueva York.

En 2013, cuando Texas aprobó una legislación que incluía la prohibición de la mayoría de los procedimientos de aborto después de las 20 semanas de embarazo, la tasa de aborto del estado se redujo en un 13% 2/. A escala, eso representa más de 100.000 personas en Estados Unidos a las que se les niega un aborto después de Roe y que tienen la posibilidad de sufrir resultados negativos, dice Fuentes. «Y esa es una estimación bastante conservadora».

Pruebas sólidas

Una proporción considerable de personas que desean servicios de aborto pero no tienen acceso a ellos acabarán llevando sus embarazos a término. Las consecuencias de esto han sido documentadas exhaustivamente por la investigación. Uno de los estudios más exhaustivos que examinan los efectos del acceso al aborto es el Turnaway Study, un esfuerzo que siguió a unas 1.000 mujeres de EE.UU. durante cinco años después de que solicitaran un aborto y lo recibieran o se les negara.

Dirigido por Diana Greene Foster, investigadora de salud reproductiva de la Universidad de California en San Francisco, el estudio demostró 3/, por ejemplo, que las mujeres a las que se les negó el aborto tenían más probabilidades de vivir después en la pobreza que las que lo pudieron llevar a cabo. Y demostró que las mujeres a las que se les denegó el aborto informaron de que no tenían suficiente dinero para cubrir los gastos de la vida durante los cinco años siguientes con mayor probabilidad que las que no dieron a luz. Las mujeres que no pudieron someterse al procedimiento también salieron peor paradas en ámbitos como la educación y en la salud física y mental.

Una vez que las personas a las que se les deniega el aborto pasan por la experiencia de dar a luz, rara vez optan por dar al niño en adopción, según demostró el estudio Turnaway. «Esto significa que las familias pobres tendrán hijos antes de estar preparadas», afirma Greene Foster. «Y todos los costes sanitarios y económicos que documentamos en el Estudio Turnaway se producirán para estas personas». Actualmente está trabajando en un nuevo estudio nacional para investigar qué pasará con las personas a las que se les niega el aborto después de que las leyes de sus estados cambien rápidamente después de Roe.

Mary Faith Marshall, especialista en ética biomédica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia, en Charlottesville, afirma que, según los datos recogidos durante años, las próximas restricciones al aborto tendrán su mayor impacto en las personas de color y en las comunidades pobres. «Verse obligado a tener un hijo cuando no es el momento adecuado hunde aún más en la pobreza a personas que ya son pobres».

El obstáculo del desplazamiento

Una de las consecuencias más inmediatas de la desaparición de Roe es que muchas personas que deseen abortar tendrán que recorrer distancias considerables para recibir atención médica. Myers ha calculado que, a los pocos meses de la anulación de Roe, el 54% de las mujeres estadounidenses que deseen abortar tendrán que viajar más lejos que antes para llegar al proveedor de abortos más cercano. Para estas mujeres, la distancia del viaje aumentará de unos 58 kilómetros (36 millas) de media a unos 441 kilómetros (274 millas) de media. Estas cifras aún no se han publicado, pero siguen de cerca los resultados que Myers y sus colegas publicaron en la revista Contraception en 2019 4/.

«Basándonos en lo que sabemos sobre cómo responden las mujeres a la distancia de viaje, alrededor de tres cuartas partes de ellas aún van a lograr salir y llegar a un proveedor, y alrededor de una cuarta parte no lo hará», dice Myers. Esta cuarta parte representa a las personas más pobres y vulnerables, añade.

La anulación de Roe también afectará a los estados donde el aborto sigue siendo legal. «Lo que va a ocurrir inmediatamente después es que habrá una enorme salida de cientos de miles de mujeres de los estados que prohíben el aborto a los estados en los que sigue siendo legal», dice Myers. «Mi opinión es que esos proveedores no están actualmente preparados para absorber totalmente ese enorme aumento de la demanda».

Autogestión del aborto

Otra posible consecuencia de restringir el acceso al aborto es que la gente podría intentar interrumpir su embarazo sin supervisión clínica. Es probable que algunas lo hagan con medicamentos abortivos, que son seguros y eficaces, según la Organización Mundial de la Salud.

El problema es que mucha gente no conoce lo suficiente sobre los medicamentos para el aborto, dice Heidi Moseson, epidemióloga con sede en Oakland (California), que trabaja en Ibis Reproductive Health, una organización mundial de investigación que apoya el derecho al aborto. Ella y sus colegas han estudiado 5/ los intentos de aborto entre las personas transgénero, no binarias y de género expandido en Estados Unidos. Una de cada cinco personas de su estudio que había estado embarazada alguna vez intentó autogestionar un aborto. «Desgraciadamente, ninguna dijo haber recurrido al aborto con medicamentos», dice Moseson. «Informaron de cosas como traumas físicos, inserción de objetos en la vagina e ingestión de sustancias nocivas».

Para llenar ese vacío de información, Ibis y las organizaciones asociadas crearon una aplicación, llamada Euki, que proporciona a las personas información sobre salud sexual y reproductiva, incluida la forma de abortar con medicamentos. Lo que puede ser más difícil de tratar, dice Moseson, son los riesgos legales de obtener píldoras abortivas en Estados Unidos.

«Se ha procesado a personas por autogestionar su aborto, y algunas leyes se han aplicado más allá de lo previsto para criminalizar a la gente», dice Moseson.

Marshall señala que las consecuencias de la anulación de Roe recaerán sobre todas las personas embarazadas, no sólo sobre las que deseen abortar. En un artículo publicado en junio en The American Journal of Bioethics 6/, ella y sus coautores destacaron que las personas con complicaciones en el embarazo o resultados adversos del mismo, como abortos espontáneos o mortinatos, podrían ser vulnerables a la vigilancia legal y a la persecución penal.

«Roe consolidó que las personas embarazadas tenían derechos constitucionales», afirma Marshall. «Ahora, dejarán de tener esas protecciones legales y no serán personas de pleno derecho según la Constitución de EE.UU., lo que me parece una parodia».

Nota del editor: Nature reconoce que los hombres transgénero y las personas no binarias podrían quedarse embarazados y buscar atención al aborto. En este artículo utilizamos el término «mujeres» para reflejar la forma en que aparecen las participantes en los estudios que citamos.

Referencias

  1. Maxmen A. Why hundreds of scientists are weighing in on a high-stakes US abortion case. Nature, 26/10/2021
  2. Grossman, D. et al. Change in abortion services after implementation of a restrictive law in Texas. Contraception 90, 496–501 (2014). «El cierre de clínicas y las restricciones al aborto médico en Texas parecen estar asociados con un descenso en la tasa de abortos en el estado y una marcada disminución en el número de abortos médicos».
  3. Foster, D. G. et al. Socioeconomic Outcomes of Women Who Receive and Women Who Are Denied Wanted Abortions in the United States. Am. J. Public Health 108, 407–413 (2018). «Las mujeres a las que se les negó el aborto tenían más probabilidades que las que lo recibieron de experimentar dificultades económicas e inseguridad durante años. Las leyes que restringen el acceso al aborto pueden empeorar los problemas económicos de las mujeres.»
  4. Myers, C., Jones, R. & Upadhyay, U. Predicted changes in abortion access and incidence in a post-Roe world. Contraception 100, 367–373 (2019). «Se prevé que el aumento de las distancias de viaje impida que entre 93.546 y 143.561 mujeres accedan a los servicios de aborto en el año siguiente a la revocación de la ley Roe v. Wade. Es probable que una revocación o debilitamiento de Roe aumente las disparidades espaciales en el acceso al aborto. Esto podría traducirse en una reducción de las tasas de aborto y un aumento de los nacimientos no deseados y de los abortos autogestionados.»
  5. Moseson, H. et al. Abortion attempts without clinical supervision among transgender, nonbinary and gender-expansive people in the United States. BMJ Sex. Reprod. Health 48, e22–e30 (2022).
  6. Paltrow, L. M. Harris, L. H. & Marshall, M. F. Beyond Abortion: The Consequences of Overturning Roe. Am. J. Bioeth. 2022 2:1-13

After Roe v. Wade: US researchers warn of what’s to come.

Nature. 2022 Jun 24. doi: 10.1038/d41586-022-01775-z.

+ Info:

Ibis responds to overturn of Roe v. Wade

***

2. Así es como pueden ser de ayuda las organizaciones de investigación

Editorial de la revista Nature

En respuesta a la desaparición de Roe v. Wade, las universidades y las organizaciones de investigación pueden apoyar a los afectados, garantizar que la educación y la investigación sobre el aborto continúen y abogar por una política basada en la evidencia.

Las consecuencias de la decisión del Tribunal Supremo de EE.UU. del 24 de junio de anular el caso Roe contra Wade, la histórica decisión del propio tribunal de 1973 que consagró el derecho constitucional al aborto durante casi 50 años, ya se están dejando sentir. Al anular Roe, el tribunal ha puesto el derecho al aborto en manos de los legisladores de los Estados Unidos. Estos ya han respondido.

El aborto está ahora severamente restringido o prohibido en 9 estados, una cifra que se espera que aumente al menos a 26. Se trata de una negación escandalosa e inaceptable de los derechos humanos. La Asociación Médica Americana, que representa a los médicos, lo describe con razón como «una violación descarada de los derechos de los pacientes a los servicios de salud reproductiva basados en la evidencia».

La Asociación de Facultades de Medicina de Estados Unidos (AAMC), que representa a la comunidad de médicos, afirma que la decisión acabará poniendo en peligro la vida de más mujeres. Esto se debe, en parte, a que los procedimientos de aborto legal tienen un menor riesgo de muerte que el embarazo y el parto. En general, Estados Unidos tuvo una tasa de mortalidad materna de 24 muertes por cada 100.000 nacidos vivos en 2020 (en comparación con sólo 3,3 muertes por cada 100.000 nacidos vivos en la Unión Europea en el mismo año). Las muertes maternas debidas al aborto en Estados Unidos constituyen solo una pequeña fracción de esta cifra: entre 2013 y 2018, hubo menos de 0,5 muertes por aborto por cada 100.000 nacidos vivos 1/.

La decisión del tribunal de anular Roe no fue inesperada: hace casi dos meses se filtró un borrador al medio de comunicación Politico. Las facultades universitarias de medicina y salud pública, así como las organizaciones de médicos e investigadores, tienen la grave responsabilidad de tratar de atemperar el desastroso impacto que esto tendrá en la salud y la investigación. Hay varias cosas que deben hacer.

En primer lugar, deben prestar apoyo a los estudiantes, investigadores y otros miembros del personal que se vean afectados por la decisión, y a los que las instituciones tienen el deber de cuidar. En 2019, más de la mitad (57%) de las personas que abortaron eran mujeres veinteañeras 1/. Muchas personas de las comunidades universitarias entran en este grupo de edad, por lo que los servicios de asesoramiento en materia de salud reproductiva de los campus deben contar con estrategias para proteger a su personal y a sus estudiantes de cualquier daño, al tiempo que cumplen con la ley.

En segundo lugar, las universidades deben tomar medidas para garantizar que los investigadores que trabajan en el ámbito de la salud reproductiva, especialmente los que se dedican al estudio del aborto, puedan seguir realizando esta labor. Su trabajo se verá sometido a un mayor escrutinio por parte de los legisladores y los activistas que se oponen al aborto como resultado del veredicto del Tribunal Supremo, pero es esencial que su investigación y sus estudios continúen.

En tercer lugar, la educación y la formación médica sobre el aborto deben continuar. En su declaración, la AAMC dice, con razón, que los médicos necesitan tener «una formación completa en todo el espectro de la atención a la salud reproductiva». Pero la declaración también dice que la asociación «evaluará la decisión del tribunal y sus implicaciones para la educación médica y la atención sanitaria». Las instituciones deben evitar retroceder en la formación o en la investigación sobre el aborto, de modo que los médicos puedan apoyar con seguridad a las personas que buscan un aborto allí donde es legal.

En cuarto lugar, los científicos deben abogar por una política de aborto basada en la evidencia y el consenso de los expertos. Los investigadores presentaron al Tribunal Supremo, antes de la sentencia, 50 años de pruebas que revelaban, entre otras cosas, que el acceso al aborto contribuye a mejorar los resultados de la atención sanitaria y la igualdad. Aunque el tribunal parece haber ignorado estas conclusiones, los científicos deberían continuar con esta defensa basada en la evidencia en cada oportunidad.

Los investigadores pueden impulsar políticas para contrarrestar el aumento de las tasas de mortalidad materna que se espera que se produzca como resultado de la desaparición de Roe, y pueden abogar por políticas que ayuden a aliviar cualquier otra carga para los nuevos padres. Por ejemplo, el mes pasado los investigadores demostraron que la asignación de transferencias monetarias (prestación universal por hijos) a las nuevas madres en el estado español mejoraba los resultados de salud de sus hijos 2/. Las investigaciones demuestran que, cuando se les niega el aborto, suelen tener dificultades económicas y pueden verse abocadas a la pobreza, lo que les dificulta el cuidado de sus hijos.

Las comunidades de investigación, educación y formación de Estados Unidos pueden y deben actuar para atenuar los efectos de la decisión del Tribunal Supremo. El veredicto no puede deshacerse, pero deben aprovecharse todas las oportunidades para mitigar sus peores efectos.

Referencias

  1. Kortsmit, K. et al. Abortion Surveillance – United States, 2019. MMWR Surveill. Summ. 70, 1–29 (2021).
  2. González, L. & Trommlerová, S. Cash transfers before pregnancy and infant health. J. Health Econ. 83, 102622 (2022).

28/6/2022

Nature 606, 839-840 (2022)

doi: https://doi.org/10.1038/d41586-022-01760-6

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